Noche de bodas. Termina el primer trance de amor, y el novio le pregunta a su flamante mujercita: "¿No vas a dormir, Susiflor?". Responde ella: "No, Inepcio. Mi mami me dijo que esta noche voy a tener una experiencia muy bonita, y no me la quiero perder"... No recuerdo haber visto a México tan dividido como lo veo ahora con motivo del desafuero de López Obrador. En las páginas editoriales de los periódicos se advierte esa polarización, lo mismo que en las charlas de café y aun en las conversaciones de familia. Hay quienes celebran el desafuero, pues piensan que nos libra de un grave riesgo nacional. Otros, por el contrario, afirman que la medida representa la muerte de la democracia en el País. Yo no comparto ninguna de esas dos tesis extremadas. Aun en el caso de llegar a la Presidencia no sería López Obrador tan gran peligro. (Quizá sería mayor riesgo la gente que lo rodearía). Tampoco creo que al ser desaforado AMLO también la democracia fue desaforada. El ejercicio democrático ya es en México un camino sin retorno, si me es permitida esa expresión de tan audaz originalidad. Lo que preocupa es que ahora López Obrador sea visto por algunos como representante de la democracia, a pesar de que ha mostrado tener siempre una conducta política alejada por completo de las concepciones democráticas. Antidemocrático ha sido siempre el tabasqueño, y en esa antidemocracia lo acompaña ahora el PRD. En efecto, la cúpula perredista se dispone ya a reformar el estatuto del partido a fin de favorecer a López Obrador en la elección interna de candidato presidencial. Con eso hace a un lado toda consideración ética y de equidad en relación con otros perredistas que podrían aspirar también a esa candidatura. Don Juan Tenorio se jactaba: "A donde quiera que voy / va el escándalo conmigo". A la prima Celia Rima, versificadora ocasional, se le ocurrió un dístico paródico: "A donde va Andrés Manuel / va la corrupción con él". Dígalo si no toda la picaresca que lo ha acompañado de Ponces, Bejaranos, Imaz y demás demases, como en mi tierra dicen. Y dígalo también ese amañado cambio al estatuto perredista, donde igualmente hay corrupción. Claro que como digo una cosa digo la otra. Desde que comenzó el asunto del desafuero he sostenido que a López Obrador sus adversarios deben vencerlo en las urnas, no en la barandilla de un juzgado. Fox dice que con el desafuero se impuso el México de la legalidad. Pues bien: debe imponerse ahora el México de la democracia. Vamos a suponer que el PRI, al ver la peligrosidad de Fox en la elección del 2000, hubiese evitado por cualquier medio que el panista llegara a la Presidencia. Nos habríamos quedado con la imagen de un Fox mártir en vez de tener ahora la opinión que de él tenemos, la de un Fox incapaz. También en relación con López Obrador debemos asumir los riesgos de la democracia, y tenerlo en la elección aunque todo nos haga suponer que él mismo es un riesgo para la democracia, y aun para el país. Pero López Obrador, y con él sus paniaguados, deben igualmente asumir esos riesgos, y permitir dentro del PRD una contienda interna democrática, es decir, equitativa y transparente, para elegir al candidato presidencial. ¿O pedirles democracia a ellos es pedirles demasiado?... Un mexicano conoció a una gringuita. Le dice ella: "Me llamo Emylou Carmen". "¡Carmen! -se alegra el mexicano-. ¡Qué bonito nombre, en español!". Responde ella: "En verdad no es mi nombre, ni está en español. Me lo puse yo misma como una especie de segundo nombre. Resulta que me gustan mucho los automóviles, y más me gustan los hombres. Entonces me puse ?Carmen?, de ?car?, carros, y ?men?, hombres, para mostrar mis aficiones. Y tú ¿cómo te llamas?". Responde con una gran sonrisa el mexicano: "Pancho Chevenachas"... FIN.