Le dice el médico al paciente: "Don Muñoncito, le tengo dos noticias, una mala y una buena. La mala es que se me pasó la mano al hacerle la circuncisión, y le corté la ésta. La buena es que ya se la mandé bañar en bronce, para que la ponga sobre su escritorio o la cuelgue del espejo de su coche, como se hace con los zapatitos de bebé"... El señor que vivía al lado de la casa de Pepito vio al chiquillo tapando un pozo en el jardín. "¿Qué haces, Pepito?" -le pregunta. Responde el chiquillo, hosco: "Estoy tapando el pozo donde enterré a mi pececito dorado, que se murió". Le dice el señor con una sonrisa: "¿Y por qué un pozo tan grande para un pececito tan pequeño?". Contesta Pepito, más hosco todavía: "Porque el pececito está adentro del desgraciado gato que tenía usted"... Dos señoras hablaban de sus respectivos matrimonios. Cuenta una: "Mi marido es muy feo. Tan feo que cuando vamos a hacer el amor le meto la cabeza en una bolsa, para no verle la cara". Dice la otra: "Mi marido es más feo todavía. Tan feo que cuando vamos a hacer el amor le meto la cabeza en una bolsa, y me pongo otra yo, por si se cae la de él"... Doña Pelochas y doña Macalota parecían amigas, pero en verdad se odiaban cordialmente. En la merienda del Club de Damas dice doña Pelochas: "Anoche tuve una pesadilla horrible. Soñé que me atacaban los animales de donde salieron las pieles con que se hizo el abrigo que me acabo de comprar". "¡Pero qué pesadilla tan absurda! -exclama muy divertida doña Macalota-. ¡Si los conejos no atacan!"... Caperucita Roja se levanta del suelo, se arregla el vestidito, se lo sacude, se compone el cabello desordenado y luego le dice al Lobo: "¡Qué susto me diste, bárbaro! ¡De plano oí que me dijiste: ?Te voy a comer?!"... ¿Acaso es necesario estar lejos de México para sentir el orgullo de ser mexicano? Este día nuestros paisanos que viven en Estados Unidos celebrarán la victoria de las armas nacionales sobre el ejército invasor, y sentirán la nostalgia del suelo que dejaron. Aquí la fecha será un día de asueto más. No lamentemos que de diez mexicanos jóvenes a quienes se pregunta qué se celebra hoy solamente uno sea capaz de responder con tino. Lamentemos, sí, la pérdida de nuestro orgullo nacional, sentimiento que cada día se acentúa. Los malos políticos han convertido a este país en un fangal. Yo digo que aun así debemos amar a esta Patria nuestra, que tanto nos ha dado y a la que nosotros le regateamos incluso nuestro amor. Decir que se ama a México no es insano nacionalismo ni patriotería vana: es expresión de legítimo apego a lo que somos, al valioso legado que hemos recibido y a la esperanza de un porvenir mejor para nuestros hijos y los hijos de ellos. A pesar de los malos mexicanos México es grande, y noble, y digno. Y para sentir eso todos los días son buenos, hasta los de asueto... Babalucas llegó a una cantina y pidió un tequila. El tabernero se lo sirve, Babalucas toma la copa y la derrama en el suelo. Luego pide otra copa y se la toma muy sabrosamente. "¿Por qué tiró usted la primera? -le pregunta muy extrañado el cantinero-. ¿Se trata acaso de algún rito simbólico, una especie de libación o sacrificio?". "No -explica Babalucas-. Lo que pasa es que la primera copa siempre me raspa la garganta"... El investigador le informa al jefe policiaco: "Traigo una fotografía de una pareja besándose en su coche". Responde el jefe: "Muchas parejas se besan en su coche". "Sí -reconoce el investigador-. Pero ésta es de judiciales"... FIN.