Aquel futbolista se llamaba Agapito, pero todo mundo le decía Pitillo. Defensa central del equipo de los Golfos, cometió en un partido una falta grave. El árbitro lo expulsó, y lo castigó también por el siguiente juego. Un periódico publicó la noticia con grandes titulares: "Los Golfos jugarán el próximo domingo con el Pitillo afuera"... El señor Paskudniak, judío de Nueva York, construyó unos cuartitos al lado de la carretera a Poughkeepsie. Puso un letrero de neón que decía: "MOTEL. COLD BEER, TV", y se sentó a esperar clientes. Llegó un viajero y se detuvo ahí para pasar la noche. Lo halagaba la idea de darse un regaderazo y luego tomarse una cervecita helada mientras veía la tele en su habitación. (La televisión es un medio de entretenimiento y tres cuartos de publicidad). Lo primero que notó al entrar en la habitación es que no había tele. Vuelve a la recepción y dice al señor Paskudniak: "Oiga: en mi cuarto no hay televisor". "Ningún cuarto tiene televisor" -responde calmosamente el propietario. El cliente protesta: "¡Pero en el anuncio de neón dice ?TV?!". "¡Oy! -replica el señor Paskudniak-. Eso quiere decir ?Tourists Velcome"... Empédocles Etílez y Astatrasio Garrajarra, conspicuos borrachines, se estaban corriendo su enésima parranda. Empédocles declara de repente: "Por esta noche no voy a beber más. Ya estoy viendo doble". "Pos cierra un ojo, indejo" -le aconseja Garrajarra... Brillante maestro mío en la Facultad de Derecho de la UNAM fue el doctor Ernesto Gutiérrez y González. Catedrático sabio y riguroso, había en su clase dos opciones: estudiar o buscarte otro maestro. Bajo una apariencia de severidad ese gran jurista encubría su buen natural y el afecto que sentía por sus alumnos. Con él cursé la materia Derecho Civil, Obligaciones. Cuando presenté el examen final de su asignatura, al terminar la prueba me tendió la boleta de calificación: "Tiene usted 6" -me dijo. En efecto, vi en la boleta el 6. "Maestro -protesté con respeto-. No creo merecer esa calificación. Presenté un buen examen". "Vea bien su boleta" -me contestó mientras llamaba al siguiente alumno. Vi la boleta: tenía 9, pero él me había dado la hoja al revés. El maestro Gutiérrez y González nos enseñó lo relativo a la policitación, promesa u oferta. Si alguien saca a la venta un bien, y pide por él un precio dado, adquiere por ese solo hecho la obligación de cumplir su ofrecimiento, aunque no lo haya hecho a persona determinada. Es el caso de López Obrador y su lujoso reloj. Al decir públicamente que lo vendía en 10 mil pesos asumió una obligación jurídica. Con buen tino Felipe Calderón le mandó el cheque y le pidió la entrega de la mercancía. Sin embargo AMLO se patraseó -así dicen los tabasqueños para no usar el feo vulgarismo "se rajó"-, pues cuando se trata de proteger lo suyo los izquierdistas se vuelven bastante derechistas. Por cierto, Calderón Hinojosa va alcanzando ya en las encuestas a Santiago Creel, y no será difícil que lo rebase pronto. Sería mejor candidato que el secretario de Gobernación, aunque éste sea movido por el dirigente nacional del PAN, aunque éste sea movido por el señor Presidente, aunque éste sea movido por la señora Presidenta... El profesor de Anatomía se dirige a la joven y linda estudiante. "Dígame usted, señorita Rosilí -le pregunta-: ¿cuál es la parte del cuerpo del varón que tiene la dureza del acero?". La chica se azara, y le contesta: "Me niego a responder su pregunta, doctor. Tiene doble intención". "Señorita Rosilí -replica el médico-. La parte del cuerpo del varón que tiene la dureza del acero es el tejido de las uñas. Es usted muy malpensada. Y, me temo, demasiado optimista"... FIN.
