Cohen y Shapiro eran socios en una fábrica de guantes. Tenían sus oficinas en un edificio de Nueva York, una al lado de la otra, y compartían la misma secretaria. Cierta mañana Cohen llamó a Shapiro por el interfón y le informó que se había recibido por telégrafo un pedido de consideración. "Léeme el telegrama" -le pide Shapiro. Dice Cohen: "Te lo va a leer la secretaria". Empieza la chica a leer el telegrama: "Ladies? gloves. Stop. Send ten gross. Stop. Various colors. Stop. Say price. Stop". "¡Caramba, Cohen! -grita Shapiro con enojo-. ¡Deja a esa pobre muchacha en paz! ¿No ves que estamos trabajando?"... Era el primer día de clases en el jardín de niños. La maestra le pregunta a Pepito: "¿Cómo te llamas?". "Pepito" -responde el pequeñín. "¿Y cómo se llama tu padre?" -quiere saber la profesora. "Papá" -contesta el niño. "No -sonríe la maestra-. Lo que te pregunto es el nombre de tu padre". "No lo sé" -responde el chiquillo. "A ver -le ayuda la profesora-. ¿Cómo le dice tu mamá a tu papá?". Contesta Pepito: "Le dice ?irresponsable?, ?borracho?, ?inútil? y ?güevón?"... Hubo un tremendo incendio y ardió hasta sus cimientos el salón donde se realizaba un baile de disfraces. Explicó el dueño a los bomberos: "Es que vino un sujeto disfrazado de cerillo, y al indejo se le ocurrió rascarse la cabeza"... Himenia Camafría, madura señorita soltera, tenía una amiga casada. Un día fueron a tomarse un cafecito, y entraron en el terreno de las confidencias. La señorita Himenia le contó a su amiga un secreto de su vida: "A mí me fue muy mal con los hombres -le dice-. Muchas veces me dejaron vestida y alborotada". Confiesa la otra: "Pues a mí me ha ido peor. Mi marido me deja siempre desvestida y alborotada"... A aquella chica de cuerpo curvilíneo le decían "la Coca-Cola", pues sus formas recordaban las de la botella de ese popular refresco. Dio un mal pasito la muchacha, y en adelante empezaron a decirle "La cuba libre". Coca-Cola con piquete. (No le entendí)... Se casó Ahab, ballenero de New Bedford. La mujer que desposó, llamada Fulla Crap, era robusta, por no decir que inmensamente gorda. En la taberna del puerto los amigos de Ahab lo embromaban. Le decían entre grandes carcajadas: "Con esa esposa que te conseguiste, tan grandota, ¿no iras a tener problema para hallar el caminito?". "No lo creo -replica Ahab seguro de sí mismo-. Tengo 20 años arponeando ballenas"... Don Chinguetas compró una reproducción en tamaño natural (190 por 97 cm.) de "La maja desnuda", de Goya, y la hizo poner en la sala de su casa. A su esposa no le gustó la idea, pero don Chinguetas defendió su decisión. Manifestó: "Es que esa pared se veía muy desnuda"... En la casa de mala nota una de las muchachas le dice a la madama: "Señora: esta noche estoy muy cansada. Quisiera no irme a la cama"... El viejito y la viejita se apellidaban igual: Leovigildo Patané y Marilina Patané, pero entre ellos no había parentesco. La directora del asilo les pregunta: "¿Alguna relación?".. "Sí -se ruboriza la viejita-. Pero hace mucho tiempo"... Doña Macalota no creía en la cremación de los cadáveres, y siempre decía que a su muerte deseaba ser sepultada en la forma tradicional. Sin embargo algo la hizo cambiar de opinión, y un buen día llamó por teléfono a su hija y le pidió que cuando muriera hiciera cremar su cuerpo. Al llegar su marido del trabajo le dice la señora: "Fíjate que mamá me habló por teléfono para decirme que quiere ser incinerada". Apresuradamente el señor se pone otra vez el saco, toma las llaves del coche y le dice a su esposa al tiempo que salía a todo correr: "¡Dile que voy allá inmediatamente; que de paso compraré la gasolina!"... FIN.