La viuda lloraba ante el féretro que guardaba los despojos mortales de su esposo. "¡Ay, Cornicio! -gime desconsolada-. Te fuiste y no me dejaste más que un hijo! ¡Y a lo mejor ni es tuyo!"... El severo fiscal dice al jurado señalando con índice de fuego al acusado: "Recuerden ustedes, señoras y señores, las teorías de Lombroso, Ferri y Garofalo sobre la facies de los criminales natos. Observen a este reo; vean su deforme cabeza, su frente hundida, sus pómulos simiescos, sus torcidos ojos..". "¡Momento, señor juez! -protesta el acusado-. ¿Me van a juzgar por homicida o por feo?"... El piloto del jet se dirige a los pasajeros y les dice: "Damas y caballeros: les tengo dos noticias, una mala y una buena. La mala es que nos fallaron los dos motores del avión y en unos segundos más entraremos en picada. La buena es que vamos a tocar tierra 30 minutos antes de itinerario"... La tía soltera les dice a sus sobrinas en edad de merecer: "Quiero que sepan que traté a un centenar de hombres, y no dejé a uno solo que se propasara conmigo". "¿Cuál fue ése?" -le preguntan... Un famoso actor shakesperiano especializado en el papel de Hamlet fue invitado a una fiesta en su honor por una encopetada señora de la sociedad. "Dígame usted, sir Klutzy -pregunta la anfitriona, que en su lejana juventud había asistido a dos sesiones de un taller literario, motivo por el cual se consideraba culta-. ¿Cree usted que en la idea de Shakespeare tuvo Hamlet relaciones sexuales con Ofelia?". Responde el gran histrión: "No sé en la idea de Shakespeare, mi estimada señora, pero en mi caso yo siempre las tengo"... Don Algón le dice solemnemente a su hijo mostrándole las exuberantes rotundidades de su frondosa secretaria: "Necesitas prepararte, hijo mío, porque algún día todo esto será tuyo"... ¿Por qué -me pregunto- no hay en México un buen sistema de transporte de pasajeros por ferrocarril? Es un país extenso el nuestro, y se supone que en él se necesitan trenes de pasajeros cómodos, seguros, y con tarifas más accesibles que las de los autobuses y -desde luego- los aviones. Y sin embargo no existen esos trenes; los que hay transportan solamente mercancías. Durante muchos años los ferrocarriles mexicanos fueron operados en condiciones de ineficiencia y corrupción extremas. La administración se ponía generalmente en manos de políticos que sabían de trenes lo que yo sé de mecánica cuántica. Un sindicalismo omnipotente hizo de los trabajadores del ferrocarril los dueños y señores de la empresa. Aduciendo que derramaron su sangre en la Revolución los ferrocarrileros exigieron toda suerte de prestaciones y ventajas, aunque las soldaderas habían vertido más sangre en sus días que ellos en sus años. Ese mal sindicalismo, la corrupción y la ineficiencia de las malas administraciones, trajeron consigo finalmente la ruina y colapso final del sistema ferroviario mexicano. Mezclando versos de Ramón López Velarde diré que ahora el tren va por la vía, no como aguinaldo de juguetería, sino de milagro, como la lotería... Doña Macalota estaba en su lecho de agonizante. Junto a ella se hallaba su esposo, don Sufricio. Le dice la señora con voz débil: "Mi último deseo es que ahora que yo muera te cases con mi amiga Nalgarina". "¡Fantástico! -exclama lleno de alegría don Sufricio-. ¡En todos estos años no he deseado otra cosa!"... Con ceñudo gesto le dice don Poseidón a su mujer, doña Holofernes: "Esa falda que traes me parece demasiado corta, muy rabona". Contesta la señora secamente: "La falda es para personas de amplio criterio". ?Precisamente ?responde don Poseidón-. Se te ve todo el amplio criterio"... FIN.
