El temible general revolucionario Pancho Coxones pasaba revista a sus aguerridas tropas. Al terminar dio la espalda a los soldados. En ese momento uno de ellos estornudó y llenó de saliva la reluciente calva del feroz cabecilla. Se vuelve Coxones y pregunta enjugándose la pelona con un colorido paliacate: ?¿Quién fue??. Temerosos de la ira de su jefe los hombres no respondieron. ?Fusilen a éste? ?ordena el general señalando al que tenía más cerca. En seguida vuelve a preguntar: ?¿Quién fue??. Nadie contesta. ?Fusilen a este otro? ?ordena el general Coxones apuntando con el índice al que tenía enfrente. El hombre que había estornudado ya no se puede contener. Da un paso adelante y dice con temblorosa voz: ?Yo fui, mi general?. ?Ah, vaya ?dice entonces el feroz militar-. Eso es todo lo que quería saber. Salú, soldado?... Dos borrachines iban dando traspiés por el parque, y se toparon con un león escapado del zoológico. La fiera se plantó ante ellos y les lanzó dos tremendos rugidos. "¡Vámonos de aquí, compadre! ?dice uno de los ebrios temblando por el susto. El otro le contesta: "Vete tú si quieres. Yo me quedo a ver la película"... El hombre que hacía tatuajes termina de dibujar uno en el pecho del rudo y fornido marinero. Le puso un corazón atravesado por una flecha y abajo esta inscripción: "AMO A LUIS". Luego le dice: "La A que falta se la pondré tan pronto me pague"... Susiflor se estaba confesando con el padre Arsilio: "Me acuso, señor cura ?le dice- de que le prometí a un hombre que iré hoy a su departamento a hacer el amor". "¡Qué barbaridad, hija mía! -exclama el buen sacerdote-. ¡Eso es un pecado muy grave! ¡Dime que te arrepientes de haber hecho tan imprudente promesa!". "-Sí me arrepiento, padre? -responde la muchacha. "-Muy bien -dice entonces el padre Arsilio-. En penitencia reza cuatro rosarios ahora mismo". Pregunta tímidamente Susiflor: "¿No puedo rezar dos hoy y dos mañana, padrecito? Es que fíjese que debo llegar a esa cita a las 7 de la tarde, y ya dieron las 6"... Dos gendarmes detuvieron a don Senilio, señor de 80 años, y lo llevaron ante el juez, que lo conocía muy bien, pues era amigo de la familia. ?Estoy muy asombrado, don Senilio ?le dice-. Se le acusa de haber abusado de una joven. ¿Es cierto eso??. ?No es cierto ?responde el veterano-. Pero de cualquier modo agradezco el rumor?... Le comenta un caníbal a otro: "No vuelvo a comer monjas??. "¿Por qué?? -pregunta el otro. Explica el antropófago: "Saben a madre?... Planicia, muchacha de escasos atributos corporales, fue a pasar sus vacaciones en la playa. No se explicaba por qué ningún hombre la veía a pesar de lucir un brevísimo bikini. En un acto de audacia decidió quitarse la parte superior del bikini para llamar más la atención. Así, topless, entró en la estética del hotel. Le pregunta el estilista: "¿Corte de pelo, muchacho??... Aquel señor felizmente casado tenía un amigo de su misma edad y todavía soltero. Lo exhortaba con vivos acentos a casarse. ?¿Para qué? ?respondía el maduro célibe-. Vivo con dos hermanas?. Le contesta el señor: ?Está bien eso, pero hay cosas que no puedes hacer con tus hermanas?. Replica el otro: ?¿Y quién te dijo que son mis hermanas??... Aquel médico de Nueva York examinó a su paciente y no encontró ninguna enfermedad en él. ?Quizá lo que necesita ?le dice- es un poco más de diversión. ¿Cada cuándo sale con muchachas??. Se queda pensando el hombre y responde: ?Unas ocho o diez veces al año?. ?¿Lo ve? ?exclama triunfalmente el médico-. Ahí está la raíz de su problema. Yo soy solamente un poco menor que usted, y sin embargo hago el amor ocho o diez veces al mes?. ?Sí ?concede el otro-. Pero no es lo mismo ser médico en Manhattan que obispo en Poughkeep-sie?... FIN.
