Cierto político asistió a una convención nacional de su partido. En el bar del hotel entabló conversación con una linda chica, y luego pasó con ella un rato muy agradable en su habitación. Al terminar el trance el político le preguntó a la muchacha cuánto le debía por sus servicios. Ella mencionó una cantidad tan pequeña que el hombre se sorprendió bastante. "¿Eso cobras, linda? -le dijo con asombro-. Realmente es muy poco. ¿De dónde sacas entonces para pagar vestidos tan caros como ése que traes, y joyas tan espléndidas como las que luces?". "Bueno -responde la chica sonriendo modestamente al tiempo que recogía una pequeña cámara de video que había tenido oculta-. Aparte de mi trabajo también me dedico a chantajear un poco"... Los esposos estaban angustiados: su hijito tenía ya cinco años de edad y no hablaba. Lo llevaron con los mejores médicos especializados en foniatría, y ninguno pudo encontrar la causa de la mudez del niño. Un día, sin embargo, a la hora de la comida, el crío dijo de repente: "No quiero brócoli. Dicen que sabe muy feo". "¡Hijito! -profiere la madre en éxtasis de júbilo-. ¡Puedes hablar! ¿Por qué no habías hablado antes?". Contesta el niño: "Nunca me habían dado brócoli"... El hijo adolescente le hacía continuas peticiones de dinero a su papá. "Hijo -lo amonesta un día el señor-. En la vida hay cosas mucho más importantes que el dinero". "Ya lo sé, padre -responde el chico-. Pero para que salgan contigo necesitas traer dinero"... El indignado cliente le reclama al mesero: "¡Esta carne está más dura que una suela! ¡No me la voy a comer! ¡Llame al gerente!". "¿Qué caso tiene, señor? -responde el camarero-. De seguro tampoco él querrá comérsela"... En tratándose del acto conyugal don Prematurio era, digamos, velocista. Su esposa comentaba: "Hacer el amor con él es como ver una telenovela: cuando la cosa empieza a ponerse buena acaba el episodio"... Me pregunto con azoro: ¿qué pasa en México? ¿Qué nos sucede a los mexicanos? He aquí que Andrés Manuel López Obrador entrega el cargo de Jefe de Gobierno del DF después de una administración que bien puede calificarse de desastrosa, plagada de errores y de vicios. Si le pidieran al tabasqueño cuentas de su gestión, si en verdad se conociera el resultado final de sus manejos, ciertamente aparecería como un mal gobernante. Y sin embargo ese hombre que se rodeó de ineptos e inmorales, que endeudó gravemente a la ciudad que le fue encomendada, que repartió sin ton ni son, para ganarse simpatías, el dinero que tuvo a su cuidado, que hablaba de los pobres y favorecía a los ricos, es ahora el que más posibilidades tiene de ser el próximo Presidente de México. Tal parece que estamos irremisiblemente condenados a ver en la máxima magistratura a este político sin ética ni ideología, dispuesto a todo con tal de ver cumplida su ambición. Quizá sea López Obrador una fatalidad necesaria para que México madure en la vida democrática. En esto, sin embargo, no debe haber fatalidades: ojalá los votos de los ciudadanos conscientes alcancen a disipar la amenaza que representa un hombre así para la vida nacional... Le dice una chica a su amiga: "Si esta noche no estoy en la cama a las 11, mejor me iré a mi casa"... Un individuo le pregunta a otro: "Compadre: ¿cómo es mi comadre en la cama?". "¡Oiga, compadre! -se exalta el otro-. ¿Qué clase de pregunta es ésa? ¿Por qué quiere usted saber cómo es en la cama mi señora?". Responde el primero: "Es que las opiniones están muy divididas, compadre. Unos dicen que es muy buena; otros que es muy mala. Y quise saber la verdad por un testigo de primera mano"... FIN.
