Se hablaba de antecedentes familiares, y Babalucas comentó: "Mi mamá es mitad mexicana, mitad cubana y mitad española". Acota con ironía alguien: "¿Tres mitades?". Explica Babalucas: "Mi mamá es muy gorda"... La cantina estaba abarrotada. Ante el asombro de los parroquianos entró un pingüino y se dirigió a la barra entre el silencio de la estupefacta concurrencia. El asombro de los presentes fue mayor cuando el pingüino habló para preguntarle al cantinero: "¿No ha venido por aquí mi papá?". El tabernero, que en ese momento limpiaba unos vasos con el trapo, responde sin dejar su quehacer y con la calma propia de los de su oficio: "No lo conozco. ¿Podría describírmelo?"... Pregunta el niñito: "Mami: ¿qué significa la palabra ?prostituta??". "Ahora no molestes, niño -responde la mujer-. Dile al siguiente señor que pase"... La Reina Madre invitó al Arzobispo a ver los caballos de la cuadra real. Al pasar entre los establos uno de los equinos dejó escapar un sonoroso ruido. "¡Qué pena, Monseñor! -exclama la soberana, conturbada-. ¡Estoy llena de vergüenza!". "Me lo explico, Su Majestad -responde comprensivo el dignatario-. Aunque, a decir verdad, yo pensé que había sido el caballo"... En el sermón de la misa del domingo el padre Hellio estuvo particularmente severo, y aun áspero. Reprendió con acrimonia a los oyentes; les echó en cara sus faltas y pecados; clamó contra los vicios de los hombres y las frivolidades femeninas, y finalmente, con tonantes voces, advirtió a los atribulados fieles que todas las penas del infierno se abatirían sobre ellos si no se arrepentían de sus culpas y retornaban a la senda de la virtud y la piedad. Al salir de la iglesia Pepito les informa a sus papás: "He decidido que cuando crezca seré cura". Pregunta la mamá: "¿Por qué has tomado esa decisión?". Responde el chiquillo: "Si de cualquier modo tendré que venir a misa todos los domingos, creo que la pasaré mejor de pie, gritando y zurrando a los demás, que sentado, callado y zurrado"... A mí me parece espléndido el póster que la organización conservacionista Wildcoast diseñó como parte de sus acciones para evitar el comercio y consumo de los huevos de tortuga. Ese póster muestra a una bellísima muchacha cuyo maravilloso cuerpo, expuesto con buen gusto y sin asomo alguno de pornografía, ilustra el texto del anuncio: "Mi hombre no necesita huevos de tortuga. Porque sabe que no lo hacen más potente". En efecto, el tráfico de huevos de tortuga se debe a la extendida y equivocada idea según la cual esos huevos -como los cuernos de rinoceronte en África- aumentan la potencia sexual de los varones. La verdad es que nada aumenta tanto la potencia sexual de un hombre como una mujer amorosa y comprensiva, aunque no tenga ni lejanamente la belleza de la modelo Dorismar. Creo que se equivocan quienes ponen reparo a ese póster y censuran la presencia en él de la hermosa argentina. Bien concebido, y excelentemente diseñado, ese anuncio será eficaz auxiliar en una lucha que todos debemos apoyar... Un malabarista de circo iba en su coche, y lo detuvo un oficial de tránsito. El agente observó que el hombre traía seis machetes en el asiento posterior. "¿Por qué trae esas armas?" -le pregunta con recelo. "No son armas -responde el artista-. Son mis herramientas de trabajo. Soy malabarista en un circo, y utilizo esos machetes para mi acto". "¿Ah sí? -replica el agente, suspicaz-. Vamos a ver si lo que dice es cierto. Baje del automóvil y haga su acto". El hombre desciende del vehículo (hay quienes dicen que desciende del mono), toma los machetes y empieza a realizar con ellos extraordinarios juegos malabares. En eso pasaron dos individuos en su coche. Ven aquello y uno le dice al otro: "¡Uta! ¡Qué bueno que hace unos meses dejé el -edo! ¡Mira nomás las pruebas que está poniendo ahora la antialcohólica!"... FIN.
