Bubilia Tetonier, muchacha dueña de ebúrneo y levantado busto, se negaba a acceder a la urente demanda de su novio. "Pero, Bubilia -le dice el acuciante galán-. Esto no es nada difícil. Lo único que tienes que hacer es imaginar que yo soy un becerrito hambriento y tú una vaca con mucho instinto maternal". (No le entendí)... Un ladrón entró en casa de Himenia Camafría, madura señorita soltera, y se llevó la vajilla de plata. Al salir el ratero le dice la señorita Himenia: "Señor ladrón: a ver qué nochecita de éstas viene a otra cosa"... En el dug-out el pitcher relevista tenía puesto el brazo entre las piernas de una atractiva rubia. El manager les explica a los reporteros: "Tiene su propia forma de calentar el brazo"... Hace unos días Enrique Krauze estuvo en mi ciudad. Desde luego fui a oír su conferencia, que tuvo la misma lucidez de sus ensayos, y que un nutrido público aplaudió de pie. Krauze es un librepensador de nuestro tiempo. Quiero decir que es un intelectual liberal en el más lato sentido de ese término. En el curso de su disertación Enrique tuvo generosas palabras para mí. "Agradezco tu presencia -me dijo-. Te leo todos los días, y te admiro en tus dos vertientes". Se refería a la humorística, que yo considero seria, y a la seria, que muchos consideran humorística. Agradezco a Enrique la cálida bondad con que me trata siempre, y que en esta ocasión me puso por las nubes ante mis queridos paisanos saltillenses. Pues bien: he aquí que mi casa editorial, la benemérita Editorial Diana, acaba de sacar a la luz un nuevo libro mío con esas dos vertientes que Krauze mencionó. El libro se llama "Subibaja", nombre del juego en que dos niñas o dos niños -o, lo mejor, un niño y una niña- bajan y suben alternativamente sentados en los dos extremos de una barra de madera o metal apoyada sobre un travesaño. La atractiva portada de ese libro declara su intención. En ella aparecen un diablito y un angelito jugando al balancín, es decir al subibaja. Y es que en las páginas del libro se alternan cuentos picantes aparecidos en "De política y cosas peores" con reflexiones de las que salen en el "Mirador". Se representa así el eterno juego del travieso diablillo que todos llevamos dentro con el angelito que también nos acompaña siempre. Aquél nos hace ver las cosas terrenales, y éste nos mueve a mirar hacia lo alto. Con esos chistes desaforados míos y con mis reflexiones sobre el mundo y la vida la magnífica gente de Diana hizo un libro en que el lector sube y baja párrafo tras párrafo en alternado juego de risa y pensamientos que sólo a esos grandes editores se les pudo ocurrir. Por ello doy las gracias a don José Luis Ramírez, editor sapientísimo; a Manolo Fernández, tan magnánimo como talentoso, a quien pido disculpe mis tardanzas y dudas de escritor; a Sandra Montoya, mi guía gentilísima en el camino de los libros... Yo mismo presentaré este "Subibaja" en la Feria Internacional del Libro en Monterrey. La presentación iba a ser este jueves, pero por petición de mucha gente que no podía asistir entre semana se cambió al sábado. Será a las 7 y media de la tarde, en el Salón "A" de Cintermex. Ahí espero a mis cuatro lectores; ahí te espero especialmente a ti. Hablaré de cosas del suelo y del cielo; diré cómo hago mi trabajo y por qué concurren en él esas dos vertientes que dijo Enrique Krauze. También daré respuesta a tus preguntas. Si eso me pone en trance de hacer un strip-tease autobiográfico, no importa: contigo ni pena me da. Encontrémonos, pues, este sábado 15 a las 7 y media de la tarde en la Feria del Libro en Monterrey. Jugaremos al "Subibaja". ¡Verás que nos divertiremos!... FIN.