Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

Simpliciano, joven inocente, cortejaba con timidez a Pirulina, fémina mundana. Un día le dice, enamorado: "¡Tienes un alma transparente, Piru! ¡Puedo leer en ti como en un libro abierto!". Responde Pirulina con un mohín coqueto: "¿Y no te gusta leer en la cama?"... Empédocles Etílez, el borrachín local, había tenido muchos dimes y diretes con la gendarmería del pueblo. Un día llamó por teléfono en horas de la madrugada a la inspección de policía. Sé que no existe la perfección en este limitado mundo nuestro, si no diría que Empédocles se hallaba en perfecto estado de ebriedad. Le pide al oficial de guardia: "¿Podría usted mandarme diez gendarmes?". "¿Diez gendarmes? -se sorprende el jenízaro-. A dónde?". "¡A tiznar a su madre!" -exulta Empédocles con triunfal acento... El rico señor le dice al criador de caballos de carrera: "Me vendió usted un caballo, y no me dijo que cojea". "Pero nomás de una pata -replica el individuo-. Un 25 por ciento de cojear no es mucho"... Viene ahora un cuento de subido color. Las personas que no gusten de leer cuentos de color subido deben pasar en la lectura hasta donde dice: "La palabra ?jolino?..." etcétera... Don Enteco, señor de muchos años y de muy pocos ímpetus (ninguno ya, a decir verdad) iba a casar con Carnelina, exuberante mujer en flor de edad, pletórica tanto por la parte norte como por el sur, pues tenía abundoso tetamen y traspontín munífico. Días antes del desposorio el valetudinario galán le preguntó a un amigo: "¿Qué atuendo crees que debo vestir el día de mis bodas: frac o esmoquin?". Sugiere el amigo: "Ya está cerca la noche de Halloween. Consíguete un disfraz de Drácula, el Hombre Lobo o Frankenstein". "¿Para qué?" -se desconcierta don Enteco. Responde el otro: "Así por lo menos podrás meterle un susto". (No le entendí)... La palabra "jolino" es un mexicanismo. Equivale al término "rabón", usado para aludir a los animales que no tienen cola, o que la tienen más corta que sus congéneres. Un político de pueblo acostumbraba siempre decir en sus discursos: "No tengo cola que me pisen". Tanto insistió en ese resobado estereotipo que la gente acabó apodándolo "El jolino". Pues bien: a Arturo Montiel puede llamársele de muchos modos, menos "El jolino". Él sí que tiene cola que le pisen, y mucha, y larga, y sucia. No debió presentarse en la carrera presidencial con semejante apéndice, y menos si tenía frente a sí a ese rudo fajador tan diestro en descontones -golpes arteros- que es Madrazo, de eficacia política letal. La Gordillo y Montiel: cero y van dos. Madrazo resta y divide mientras AMLO multiplica y suma. Ambos tienen, es cierto, muy corta idea de lo que es decencia. El dirigente priista ha hecho de la deslealtad una profesión, y por su parte López Obrador está incurriendo en una grave forma de inmoralidad -vale decir de corrupción- que consiste en prometer lo que él mismo sabe que no podrá cumplir. Eso de ofrecer que ningún joven mexicano se quedará sin acceso a la universidad, y que para lograr tal meta basta con hacer más aulas, es enorme dislate, y un ejemplo más de la desfachatez -cinismo, dirían algunos- de López Obrador, político sin escrúpulos que no vacila en engañar, mentir y embaucar con frío cálculo a la gente con tal de hacerse del poder. Su conducta me lleva a suponer, ingenuo y candoroso como soy, que en política la inmoralidad no tiene límites. ¡Y pensar que algunos "pensadores" lo acompañan en esa aleve forma de insana seducción! Y más no digo, primero porque ya estoy muy encaboronado, y luego porque los adjetivos se me acabaron ya... FIN.

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 176543

elsiglo.mx