La palabra "compasión" es tan hermosa, y tiene un sentido tan profundo que el diccionario no la puede definir. Dice ese libro que sentir compasión es experimentar conmiseración o lástima, cuando en verdad significa sentir lo mismo que aquel con quien la compasión nos une. Por la compasión nos hermanamos con los que sufren. Más aún: nos hacemos uno mismo con él; compartimos sus sentimientos de aflicción; volvemos nuestro su dolor. Tan próximos a él nos sentimos -tan prójimos- que con él nos confundimos. En ese sentido, el más generosamente humano, hemos de sentir compasión por nuestros semejantes que han sufrido los duros embates de la naturaleza en la península de Yucatán, lo mismo en los sitios conocidos por los vacacionistas que en los poblados cuyos nombres ni siquiera figuran en el mapa. Nuestra ayuda debe llegar a ellos en forma eficaz, y prontamente, y todos los niveles de Gobierno deben aplicarse de inmediato a los trabajos tendientes a auxiliar a los damnificados y luego a trabajar con ellos para remediar en lo posible los daños causados por estos huracanes, cuya fuerza y capacidad de destrucción parecen ir creciendo. Sintamos esta tragedia como propia, y hagamos con los damnificados como quisiésemos que se hiciera con nosotros si nos viéramos en su misma situación... El joven marido acompaña a su mujercita a una tienda donde se vende de todo. "-¿Tienen cinturones de castidad?" -pregunta ella-. Y dice desolado el muchacho: "-Pero mi vida. ¿todavía sigues enojadita?"... "-¿Qué música te gusta más, Rosibel?" -pregunta el salaz vejete a la encantadora rubia-. Y responde ella con sonrisa coquetona: "-La que hace una pluma al deslizarse por un cheque, don Poseidón... La señora llega a su casa de un viaje y sorprende a su marido cantando alegremente bajo la ducha en compañía de una guapa desconocida. "-¿Qué significa esto." -le pregunta duriosa-. "-No te hagas, Salvina -responde el tipo imperturbable-. Tú sabes perfectamente bien que nunca he podido cantar sin acompañamiento"... El profesor fue invitado a una fiesta en casa del director de la escuela. Empinó el codo más de la cuenta y comenzó a verlo todo doble. En ese momento la señora de la casa fue a la recámara a traer a los gemelitos que recientemente había dado a luz, pues quería mostrarlos a los invitados. El borrachito ve a la señora con los dos niños en los brazos, y tratando de ocultar su estado dice con gran admiración: ".¡Caramba, qué niño tan bonito!"... El señor oyó decir que su vecino tenía una terrible jaqueca. Va a buscarlo y le pregunta: "-¿Cómo está tu dolor de cabeza?". "-Salió con los niños"-Contesta el tipo-.. "-Me gusta que mi esposa se haya metido a eso de la liberación femenina. Ahora habla mal de todos los hombres, no nada más de mí"... La hermosa ayudante del radiólogo llevaba siempre un delantal de plomo. "-¿Es para detener las radiaciones?" -le pregunta un paciente-. "-No, -responde la muchacha-. Es para detener al radiólogo"... Encuerolio y Pelotina eran socios de un club nudista. Ahí se conocieron y se hicieron novios. De pronto, sin embargo, decidieron separarse durante algún tiempo. "-¿Por qué" -preguntan otros nudistas. a Pelotina-. Y respondía ella: "-Es que nos hemos estado viendo demasiado"... FIN.
