Pipo Lanarts, cronista de espectáculos, se pregunta si quedará todavía algún aficionado a la zarzuela, ese género lírico tan español que en el antepasado siglo, y aún en el pasado, hizo las delicias -así se decía- de nuestros abuelos. Teme el reputado crítico que nadie recuerde ahora "La Gran Vía", sabrosa pieza del llamado "género chico", que fue en verdad tan grande. Obra de los maestros Chueca y Valverde, "La Gran Vía" tenía un número llamado "Los ratas", en que se hacía la crítica de los rateros que a ciencia y paciencia de las autoridades proliferaban en los tranvías de Madrid, y que cuando eran aprehendidos -cosa rara- quedaban de inmediato en libertad por falta de espacio en las prisiones, de modo que podían volver luego a ejercitar sus raterías. Esa pieza, "Los ratas", fue considerada por Saint-Saëns una obra maestra de la música vocal. En ella tres cacos declaraban las bondades de su oficio, que podían emprender sin estudios y cumplir sin sobresaltos merced a la impunidad reinante. Entran en escena unos guardias de la municipalidad y meten en una jaula a los rateros, pero por una puerta entran los cacos y por la otra salen, al tiempo que cantan con alegría burlona: "¡Ah que gracia tiene esta ratonera, / que se escapa el rata de cualquier manera!". Pipo Lanarts, memorioso como es, ha recordado ese trozo de zarzuela con motivo de los eventos que llevaron a Arturo Montiel a renunciar a su búsqueda de la candidatura priista. Salió a la luz la larga lista de sus propiedades, las cuales hablan de una enorme fortuna cuyo origen ciertamente el ex gobernante mexiquense tendría dificultad para justificar, si bien para cualquier mexicano esa inexplicable riqueza es bastante explicable. Todo indica que hasta aquí llegarán las consecuencias de sus actos, a los cuales el nuevo gobernador del estado de México, delfín y heredero de Montiel, se encargará de echarles tierra, pues todo lo debe, lo mismo que el encargado de la supuesta investigación, a quien lo antecedió en el puesto. Nuestros país, no cabe duda, es el reino de la total impunidad; ya no es estado de derecho, sino de desecho, pues los variados especímenes de la inmoralidad saquean el erario sin consecuencia alguna, y si acaso son perseguidos quedan bien pronto libres y señeros como los ratas de la zarzuela antigua. Ahora bien: ¿qué no será posible la intervención federal en este caso, visto que la estatal está en franca connivencia con el moderno caco? La Federación debe investigar si los recursos federales destinados al estado de México en el tiempo de la gestión de Montiel fueron objeto de pillaje. En esto no debe haber consideraciones de política, ni arreglos partidistas. Montiel tiene mucha cola que le pisen. Cualquier disimulo o lenidad en relación con su conducta será una culpable omisión más de las muchas en que ha incurrido el actual régimen... Le pregunta un tipo a otro: "-¿Por qué traes la boca toda negra??. Responde el individuo: "-Después de 4 meses de visita en mi casa se fue por fin mi suegra. La fui a dejar en la estación del ferrocarril, y cuando el tren empezó a andar no me pude contener y le di un beso?. "-¿A tu suegra?? -se sorprende el amigo-. "-No, -responde el tipo-. A la máquina del ferrocarril?... Agobiado por no tener ni para sus cigarros Ovonio Grandbolier, el hombre más flojo del condado, le informa a un amigo: "-Estoy muy apurado. Voy a poner a trabajar a mi mujer; de perdida podrá ganar unos mil pesos al mes?. No, -lo corrige el otro, igual de cínico que él-. Si la pones a trabajar de perdida podrá ganar esos mil pesos, pero diarios?... FIN.