Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

De Política y Cosas Peores

Catón

No cabe duda: los tiempos andan revueltos, trastocados, subvertidos. Ya nada es como era antes, ni aun el futuro. Pondré un ejemplo de esa mudanza perniciosa. Es muy debido, y pertenece al orden natural, que los cuentos que aquí relato sean objeto de censura por parte de la Pía Sociedad de Sociedades Pías. Tal cosa atañe al reino de la fatalidad, de lo que no puede ser de otra manera; tiene la inexorabilidad de un silogismo. Pero que un chiste mío sea vetado por la Cámara de Diputados ¿entra acaso en el mundo de lo inexplicable? Esa censura altera el curso normal del universo, se sale de todo quicio; es una monstruosidad o anomalía inédita, insólita, inaudita, inusitada, inverosímil e inusual, si bien no necesariamente en ese orden. Ayer anuncié que esta semana publicaré aquí el chascarrillo de más subido color en lo que va del año. Esperaba yo desde luego que la citada Pía Sociedad negara su Imprimatur, como hace siempre con mis historias por su alto contenido sicalíptico, el cual reconozco con ambages. Lo que nunca soñé, ni siquiera en sueños, es que la diputación en pleno se lanzara con ferocidad de tigre hircano a prohibir la publicación de esa historieta. Hubo una filtración, seguramente, y los llamados representantes populares (Risum teneatis, amici? ¿Podéis contener la risa, amigos? como burlonamente dijo Horacio en su Epístola a los Pisones, si no recuerdo mal) iniciaron toda suerte de conciliábulos y cabildeos tendientes a evitar que dicho cuento vea la luz. ¡La verá, por más que los dichos diputados se empeñen en vedarlo! ¿Por qué lo hacen? ¡Porque aparecen en esa narración, sólo por eso! La entregaré a las prensas, sin embargo, y mis cuatro lectores podrán leerla aquí esta misma semana. ¿O dieron su vida en vano los héroes que nos ganaron el don precioso de la libertad?... Con pasos cautelosos debe andar Felipe Calderón si quiere fortalecer su aspiración presidencial. Lo digo porque en los últimos días ha incurrido en dos que considero errores grandes. El primero fue reunirse con Elba Esther Gordillo. Se me dirá que un político en busca de sufragios puede -y aun debe- reunirse hasta con el demonio. Con el demonio pase, pero no con esa señora, por favor. Hasta el pragmatismo político debe tener un límite. El otro error del candidato panista fue, a mi juicio, haber declarado al término de la entrevista que sostuvo con el Presidente de la República que es "el candidato de Fox". Ni eso se ajusta plenamente a la verdad ni tampoco lo favorece, pues se había deslindado con oportunidad de la administración foxista, y eso lo puso al amparo del "efecto Fox", que ahora se atrae con esa declaración poco feliz. La candidatura de Calderón ha creado esperanzas en muchos mexicanos que se niegan a dar su voto lo mismo a ese desprestigiado maniobrero que es Madrazo que a ese peligroso demagogo que es López Obrador. A fin de mantener las muchas esperanzas que ha creado Felipe Calderón debe cuidar sus hechos y sus dichos... La hija del caníbal le cuenta a su papá: "Encontré un muchacho muy romántico, sensible, cariñoso, atento...". Pregunta con interés el antropófago: "¿Y dulce y tierno?"... Un grupo de amigos se corrieron una fenomenal parranda. Al día siguiente de la noche anterior uno de ellos amaneció con una cruda o resaca lacerante. Le comenta a uno de sus compañeros de farra: "Andaba yo tan borracho que no me acuerdo de nada. Lo único que recuerdo es que entramos en una casa de mala nota, y ustedes fueron tan caones que me dejaron la vieja más fea de todas". "Recuerdas mal -replica el otro-. Andabas muy borracho, ciertamente, y entonces lo que hicimos fue llevarte a tu casa"... FIN.

Leer más de Torreón / Siglo plus

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 178348

elsiglo.mx