He aquí los himnos que los casados católicos cantan. El primer año de matrimonio: "Vayamos jubilosos a la casa del Señor". A los 25 años de casados: "Te ofrecemos, Señor, este santo sacrificio". A los 50 años: "Juntos como hermanos"... Le dice un rudo vaquero a un amigo: "Creo que mi hijo tiene un problema de identidad sexual. Le gusta montar yeguas brutas y toros salvajes, pero con zapatos de tacón alto y medias"... Don Carcajo era un empedernido solterón. Ya se sabe lo que es un soltero maduro: un hombre que prefiere arreglárselas con sus propias manos. Don Carcajo recelaba de las mujeres. Sostenía que las esposas son como los pescadores: siempre dicen que era mejor el que se les fue. Cierta noche don Carcajo asistió a una fiesta, cosa muy rara en él, pues además de ser un cenaoscuras -hombre tacaño y avariento-, era hosco y desabrido. Se sentó en un sofá, y le tocó estar al lado de la señorita Celiberia Sinvarón, soltera también, e igualmente añosa. El arisco vejancón se sentó lo más lejos posible de su accidental compañera, untado casi al brazo del sillón. "Hágase un poco más acá, señor -le dice la señorita Celiberia con un mohín de coquetería-. Las mujeres no mordemos". "A la mordida no le tengo miedo -replica don Carcajo-. A la tragada sí"... Todo indica que Roberto Madrazo sigue los pasos de Carlos. De Carlos Salinas de Gortari, quiero decir. El estilo de su política -política de descontón e inescrupulosa- es copia fiel de los métodos del ex Presidente. La llegada de Madrazo al poder significaría la reivindicación de Salinas, cuyos tremendos yerros y demasías oscurecieron los aciertos que en su gobierno tuvo, hasta el punto de hacerlos desaparecer en la memoria de la gente. Juntos van Salinas y Madrazo en la aventura priista. Pésima es la imagen de Madrazo. Si se le añade el desprestigio de Salinas el triunfo del priista se antoja algo imposible. Esos dos industriosos caballeros -se me hizo cuesta arriba decir: "Esos dos caballeros de industria"- pertenecen a lo más oscuro de la moderna vida política de México. Representan el extremo de la corrupción y de la falta de ética. Ojalá no se haga la elección de Madrazo. Eso en algún modo equivaldría a la reelección de Salinas. (¡Brrrr!)... Un individuo fue a la tienda de mascotas y pidió que le mostraran un perico. "Tenemos aquél -le mostró el encargado-. Pero está lisiado el pobrecito. En un accidente perdió las dos patitas". "¡Desdichada avecilla! -exclamó el señor-, que en su niñez había leído las fábulas de don José Rosas Moreno-. Veo, sin embargo, que el cotorrito está en su percha. ¿Cómo hace para sostenerse en ella?". El dueño de la tienda baja la voz y le dice al oído: "Se detiene con su cosita". El visitante pensó que un perico así, tan especial, serviría de conversation item, de tema de conversación. Lo compró y lo llevó a su casa. La adquisición probó ser exitosa: todos se admiraban al ver al loro serio serio, en perfecto equilibrio, asido al tubo de su percha con su atributo pajaril. El hombre hizo buena amistad con el cotorro; éste le contaba las cosas sucedidas en la casa durante su ausencia. Un día le dijo el perico: "Patrón: hoy vino el vecino del 14, ese muchacho musculoso y guapo. Tu señora le ofreció una copita, y se pusieron a platicar los dos.Luego él la abrazó y la besó, y ella correspondió en modo apasionado. Entonces él empezó a desvestirla, y ella también a él". "¡Fortuna adversa! -exclamó el señor, que, como quedó ya dicho, había leído en su niñez las fábulas de don José Rosas Moreno-. Y luego ¿qué pasó?". "No sé -responde el periquito-. Me excité mucho. A consecuencia de la excitación me caí de la percha y ya no pude ver"... FIN.
