El cirujano sale del quirófano y le anuncia con dramático acento a la esposa del paciente: "Señora: su marido se ha salvado". "¡Dios mío! -exclama ella desolada-. ¿Y ahora qué hago? ¡Ya vendí toda su ropa!"... Un niñito le dice a su progenitor: "Papi: cuando crezca quiero ser diputado". Responde el papá: "Hijo, no se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo"... El padre Arsilio le comenta a la señorita Peripalda: "Hoy hice felices a siete personas". "¿Por qué?" -pregunta la encargada del catecismo. Contesta el sacerdote: "Casé a tres parejas". "¿Tres parejas? -repite la señorita Peripalda-. Entonces hizo usted felices a seis personas, no a siete". "¿Y qué crees que las casé gratis?" -pregunta el padre Arsilio... "Un gobierno es el único barco conocido que empieza a hacer agua por arriba". La frase es de James Reston, y significa que si en una administración falla la cabeza todo lo demás falla también. El régimen foxista empezó a naufragar a edad temprana. No supo "el Presidente del cambio" emplear el capital político que el pueblo mexicano le entregó en la memorable jornada del 2 de julio de 2000, y el poder que pudo haber ejercitado para bien de México se le escurrió de las manos. De Atenco acá todo se volvió desconcierto, omisiones, indecisión y yerros. Grandes aciertos ha tenido, sin embargo, la gestión de Fox, entre ellos, como principal, haberse negado a acompañar a Bush en la criminal aventura que emprendió en Iraq. Algunos rubros de su Gobierno -finanzas públicas, vivienda, educación, salud, desarrollo social- pueden mostrar saldos favorables. Pero en general el desempeño del Presidente y de su equipo ha sido menos que mediano a los ojos de la ciudadanía. Creo, sin embargo, que el juicio de las siguientes generaciones sobre Fox será considerablemente más benévolo que el nuestro. Se advertirá entonces lo que nosotros dejamos de ver ahora: el peso tremendo de la herencia dejada por siete décadas de dominación priista; la falta de generosidad de los partidos de oposición para apoyar al Presidente en la tarea de hacer los cambios estructurales que requería el País; la inmadurez de las instituciones para operar en el nuevo ambiente democrático, etcétera, etcétera; muchos etcéteras más. Ahora, en los últimos meses del sexenio, se alza frente a Fox uno de los principales desafíos que en su mandato le tocará enfrentar. Deberá el Presidente resistir la tentación de meter mano en el proceso electoral del cual saldrá su sucesor. En esta importante coyuntura deberá actuar no como un Presidente salido del PAN, sino como un mandatario salido de la voluntad del pueblo. Desde luego el poder presidencial y la capacidad de imposición del Presidente no son ya lo que eran antes. Pero si se mantiene al margen de la elección, si no busca influir desde la Presidencia en el criterio de los electores, si no desvía recursos de la administración para apoyar al candidato de su partido, Vicente Fox dará digno final a su gestión y pasará a la historia como el primer Presidente mexicano de la época moderna que no derivó de la voluntad de su antecesor y que no impuso a su sucesor... Monilia era muchacha rica pero tonta. (O era muchacha tonta pero rica, según por donde se vean las cosas). Casó con Avidio, joven ambicioso y sin bienes de fortuna. Las cosas no fueron bien entre ellos. Una amiga le preguntaba a Monilia: "Si no estabas segura de quererlo, ¿por qué te casaste con él?". Gime Monilia: "¡Es que me engañó! ¡Me dijo que estaba embarazada!"... El marido se queja con la esposa: "Nunca me dices cuando tienes un orgasmo". Replica ella: "Es que cuando eso sucede tú no estás conmigo"... FIN.
