Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

Miss Ladelle Funnyface, madura maestra norteamericana, célibe, pasó sus vacaciones en Roma. Quería practicar el idioma de Dante y de Pinocho. A su regreso a Buttocksville, Texas, lugar de su residencia, una amiga le preguntó: "¿No tuviste problemas con tu italiano??. "Sí, -responde Miss Ladelle-. Todos los días me pedía dinero?... Con voz melosa le dice don Algón a su nueva y curvilínea secretaria al tiempo que leía la carta escrita por ella: "Va usted adelantando mucho, Chicholina: cometió nada más nueve faltas de ortografía. Veamos ahora el segundo renglón?... Tres amigos cambiaban impresiones sobre sus preferencias en cuestión de ropa íntima de mujer. Dice el primero: "A mí me gusta que la usen incitante y sugestiva?. Opina el segundo: "Yo más bien la prefiero sencilla y discreta?. Manifiesta el tercero: "En cuestión de prendas íntimas femeninas yo aplico el mismo criterio que en las telenovelas: me gusta que tengan un gran contenido humano?... Don Astenio se hallaba en la difícil edad de la pitopausia. Un día acudió con el doctor y le pidió: "Quiero que me dé algo para aumentar el ímpetu amoroso?. Responde el médico: "Me acaba de llegar un nuevo medicamento a base de hormonas de caballo. No lo he probado con ningún paciente, pero si quiere usted se lo recetaré?. Don Astenio, que tenía ya muy perdido el impulso de la libídine amatoria, y desaparecido casi por completo el estímulo erótico-sensual, solicitó del médico la aplicación del reconstituyente antes citado. Pasaron unos días, y el doctor se topó con don Astenio en una fiesta. "¿Cómo le ha ido con las hormonas de caballo? -le pregunta sotto voce-. ¿Le aumentaron los ímpetus románticos??. "No, -contesta don Astenio-. Pero ayer gané la cuarta carrera del hipódromo?... Llámenme ingenuo. Díganme cándido. Tíldenme con el sonoro adjetivo que en México se aplica a quien se excede en tontería o en memez. Tales dicterios no modificarán mi firme convicción de que en lo relativo a su vida política México ha ido cambiando para bien. Ese cambio, digámoslo de paso, no ha sido propiciado por el gobierno. Tampoco ha sido obra de los partidos políticos. Frecuentemente éstos hacen arreglos entre sí para distribuirse pedazos de poder, y sus entendimientos no sólo atentan contra una auténtica democracia: también han dado origen a burdas reformas legislativas carentes de toda razón, como esa que hace tiempo desvirtuó al Senado y vulneró el sentido y espíritu del pacto federal. No. El avance -lento y a veces vacilante- en el campo del ejercicio democrático ha sido obra de la sociedad civil, de agrupaciones de ciudadanos que al margen del gobierno y los partidos trabajan para lograr en México una plena democracia. Los detentadores del poder y quienes buscan ganarlo para sí saben muy bien que a la gente no se le puede ya engañar. En muchos mexicanos ha nacido una nueva conciencia cívica que los lleva a participar, a votar, a manifestar de una manera u otra su opinión frente a la marcha de los asuntos nacionales. Ahora bien: ¿por qué yo no soy asunto nacional? Porque no quiero marchar... Himenia y Celiberia, maduras señoritas solteras, fueron a misa. En la puerta del templo clamaba un invidente: "¡Una limosna para este pobre ciego que no puede gozar de la dicha más grande de los hombres!?. En voz baja le dice Himenia a Celiberia: "¡Pobrecito! ¿Quién lo castraría??... FIN.

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 186820

elsiglo.mx