Antiguamente los dioses cegaban a quienes querían perder. Al paso de los siglos se han vuelto más blandengues -todo se hace blandengue con la edad- y ahora cuando quieren perder a alguien simplemente lo hacen caer en pendejez. En tal abismo está cayendo el PRI con el caso de Arturo Montiel. El visible enriquecimiento del otrora poderoso ex gobernante mexiquense y la evidente lenidad de las autoridades locales al investigar sus actos recordarán a los electores la corrupción que parece acompañar como sombra a los priistas. Si Madrazo tenía pocas posibilidades de atraer otros votos aparte de los del priismo duro, con este escándalo se rezagará todavía más en la carrera por la sucesión presidencial. El PRI mismo debió ser el primero en demandar que se investigara a fondo la conducta de Montiel y se pusieran al descubierto los ilícitos por él cometidos, en caso de que se probaran legalmente. Con este juego de complicidades se hace más débil la ya de por sí gastada imagen de ese partido, que muchos mexicanos identifican con los peores vicios que en otro tiempo sufrimos con mansedumbre de súbditos, pero que ahora son rechazados por la ciudadanía. El PRI sigue poniendo clavos en su ataúd, y cava su propia tumba con un empeño que ya parece obra de la fatalidad... ¡Oh columnista! Esa palabra, fatalidad, con que diste remate a tu peroración me provocó una paulocardia (sensación subjetiva de paralización del corazón) acompañada por una intensa sudoresis (Schweisspro-duktion en terminología germánica) y una súbita sucorrea (segregación excesiva de jugos corporales, especialmente gástricos). Te ruego narres algunos cuentecillos de carácter ligero que disipen siquiera sea en parte la ansiedad que tus conceptos me causaron... Un marido llegó a su casa y encontró a su mujer con un sujeto. "¿Quién es este hombre?" -le pregunta. "No sé -responde ella-. No soy tan preguntona como tú"... Don Avaricio, tío cicatero, fue a una casa de mala nota. Inusitado evento ése si se considera que el matatías no gastaba el dinero ni frotándolo. En cosas de erotismo se las arreglaba él solo. Decía que ciertamente eso era algo aburrido, pero así se sentía más seguro, y al terminar no tenía que ser amable con nadie ni preguntarle: "¿Disfrutaste tanto como yo?". En esa ocasión, empero, algo lo hizo buscar compañía de mujer, para lo cual fue a cierta mancebía y requirió los servicios de una de las daifas que ahí ejercían su antiguo y noble oficio. Al terminar el trance don Avaricio le escribe un cheque a la mujer y le dice: "La próxima vez, si lo haces bien, te lo firmaré"... Doña Macalota le pregunta al guardia del zoológico: "El rinoceronte ¿es macho o hembra?". "Señora -responde el individuo-. Para averiguar eso tendríamos que ponerle en la jaula otro rinoceronte"... Babalucas y su mujer entraron en un basurero a fin de buscar latas de cerveza para venderlas. De pronto la esposa del tonto roque vio entre la basura un reloj de oro macizo con esmeraldas y rubíes en la carátula. "¡Mira lo que encontré!" -le dice jubilosa a su marido. "Deja eso -le ordena Babalucas-. ¿Venimos a buscar latas de cerveza o a perder el tiempo en distracciones?"... Tres ex mandatarios, Gorbachev, Zedillo y Clinton, fueron invitados a dar sendas conferencias en París. Después de sus presentaciones les fue ofrecido un brindis. El anfitrión francés quiso dar a cada uno la bebida propia de su país. Le tiende una copa a Gorbachev y le dice: "Le vodka". Le ofrece otra a Zedillo y le dice: "Le tequila". Finalmente le alarga su copa a Clinton y le dice: "Le whisky". Y exclama Clinton con enojo: "¡No me recuerdes a la hija de la tiznada!.. FIN.