¿Y de qué sirve? Esto fue lo que dije cuando leí hace unos días que este año la economía mexicana crecerá más de lo esperado. Sé que incurro en una actitud muy negativa, pues la lógica me obliga a pensar que si mejora la economía, por consiguiente debe mejorar nuestra situación. Sin embargo, lo que por tantos años ha sucedido en México, me ha convencido que la lógica no puede existir en un país como el nuestro.
Pese a haber sembrado durante más de siete décadas prácticas despreciables, el PRI está en camino de recuperar el poder perdido. Aunque parezca increíble, los mexicanos hemos olvidado ya esos años de dictadura en los que el retroceso era un destino ineludible. Lo lógico sería que los mexicanos ya hubiéramos hecho todo lo posible para evitar que esta fuerza política recobrara fuerzas, sin embargo, el PRI nos demuestra que la lógica no existe y cada vez son más los que advierten el resurgimiento tricolor.
Siendo testigo de la realidad que vivimos los mexicanos, no puedo evitar mi pesimismo al sostener que no sirve de algo, que nuestra economía crezca, pues de cualquier modo esto no se refleja en una mejora de la situación de los mexicanos. La situación actual es alarmante. La corrupción se ha apoderado de miles de mexicanos: los grandes empresarios, por ejemplo, se volvieron corruptos para obtener los favores del Gobierno; los funcionarios públicos descubrieron que sus puestos les permiten apoderarse del dinero del pueblo; los narcotraficantes incluyen en su nómina mensual a individuos que supuestamente están al servicio de la nación; los policías fijan su sueldo en base a los sobornos que pueden hacer.
Los que piensen que estoy exagerando al decir que México está siendo azotado por la plaga de la corrupción, quizá deban revisar las noticias, pues cada día nos enteramos de un caso de corrupción o de abuso de poder.
¿Qué podemos esperar de un país en donde incurren en prácticas corruptas desde el presidente de la República hasta los funcionarios públicos de la más baja de las jerarquías?
Terminar con la corrupción es una tarea difícil mas no utópica. Algunos pensaban que si un partido distinto al PRI ocupaba la Presidencia de la República, entonces las cosas podrían comenzar a cambiar, sin embargo, ya hemos aprendido que el Gobierno del Cambio, no cambió nada.
La transformación en nuestro país sólo podrá darse cuando los mexicanos estemos conscientes que no podemos seguir siendo indiferentes a la labor de nuestros gobernantes y comencemos a exigirle al Gobierno el cumplimiento de su deber.
Renunciemos a la comodidad, exijamos el manejo honesto de nuestros recursos y denunciemos sin miedo cualquier intento de corrupción por parte de los funcionarios públicos. Sólo así podremos librarnos de un vicio tan venenoso como la corrupción y contribuiremos al verdadero desarrollo de México y de su gente.
javier_fuentes@hotmail.com