Deben las autoridades buscar otras alternativas para regular la producción ganadera
?Mientras los hombres sigan masacrando y devorando a sus hermanos los animales, reinarán en la tierra la guerra y el sufrimiento y se matarán unos a otros, pues aquel que siembra el dolor y la muerte, no podrá cosechar alegría, paz, ni el amor?. Pitágoras.
Organizaciones internacionales protectoras de animales amenazan con hacer una campaña en contra del turismo de Durango si persisten las autoridades en la matanza de burros, yeguas y mulas, supuestamente por improductivos.
Myrta Montiel y María Inés Bacigalupo, representantes de ?The Canadian Voice for Animals?, de Argentina, se comunicaron a El Siglo de Durango para señalar que las actividades que se realizan en el estado para regular la producción ganadera se han convertido en repudiables.
Advierten que de persistir en la matanza de seres vivos que no tienen oportunidad de defenderse de la mano del hombre, procederán a implementar una campaña de carácter internacional con fines turísticos contra el estado.
Para las asociaciones defensoras de animales, la eliminación de burros, yeguas y mulas viejas es injusta y deja ver la falta de humanidad con la que se manejan las autoridades de Durango, ya que toman soluciones fáciles a sus problemas, como la de eliminar seres vivos.
En el comunicado dirigido a El Siglo de Durango reclaman a Francisco Meraz Díaz, jefe de Fomento Desarrollo Ganadero; a Pedro Silerio García, director de Agricultura y Ganadería; Paulino Córdova, delegado de Profepa, así como a las autoridades encargadas de proteger el medio ambiente, el procedimiento de mortandad para beneficiar la productividad ganadera.
Montiel y Bigacigulpo dijeron: ?hemos leído de nueva cuenta con sorpresa y horror los planes de eliminar el ganado improductivo en el estado de Durango en la nota publicada el 7 de octubre, titulada ?Eliminarán ganado improductivo?
Recordaron que el 13 de mayo de 2005 las autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Social, debido a la presión internacional por el denominado ?burricidio?, dieron marcha atrás públicamente a esta determinación, según las declaraciones de Silerio García.
Sin embargo, ahora declaran que es una práctica común en distintos estados de la República y se escudan en que acaban con los pastos y comen más que las vacas jóvenes, consideradas como animales productivos, por lo que causan mermas en la ganadería. Además, se quejan de que los dueños no quieren deshacerse de ellos por cuestiones sentimentales.
Cuestionaron el tipo de autoridades que tiene el estado, por las decisiones que se toman para rescatar la productividad del campo, afirmando que mientras este tipo de prácticas criminales se presenten, Durango será conocido como el lugar del ?burricidio?.
?La comunidad internacional, interesada en el bienestar de los animales, se siente profundamente agraviada por las mentiras que han sido vertidas respecto al trato a dichos animales, no visitaremos el estado y difundiremos lo que ahí sucede para que no se haga turismo?, añaden.
Por su parte, Carmelo Cáceres Acosta, miembro del Partido Antitaurino contra el Maltrato Animal, ciudadano de Las Palmas de Gran Canaria, España, dijo que ?la solución no debe ser la matanza, solamente se atacarían las consecuencias del problema y mientras las causas no se controlen o eliminen, el problema subsistirá?.
Pidieron a las autoridades competentes que se realice una investigación sensata en torno al trato que se les da a estos animales, ahora escudados en la falta de lluvias para seguir practicando actos criminales con sus hermanos los animales.
Siempre lo han hecho
Siempre se ha comercializado con los burros, yeguas y mulas, aunque en los últimos 20 años bajaron los precios en los rastros de Camargo, Chihuahua y Zacatecas, dejó de ser costeable, según Bernardo Pedroza Ruiz, vecino de San Bernardo, Durango.
Lo anterior se confirmó con Reynaldo Sánchez Gallegos, secretario de la Asociación Ganadera de Mezquital, quien señala que los burros los compran de 100 a 200 pesos; resulta más costoso atraparlos en el monte y el traslado, por eso ya no tienen precio.
En cambio, comen diez veces más que un becerro y el precio de éste es de cuatro mil a cinco mil pesos, de ahí la importancia de los productores de cuidar los pastizales, aunque la proliferación de asnos no la impiden, sobre todo en los municipios más marginados, tal como lo señala Raúl Castañeda, oficial mayor de la Liga de Comunidades Agrarias.
Autoridades como Pedro Silerio García, de SAGDR, señalaron que no se procedería con el ?burricidio?, pero la eliminación de asnos, yeguas y animales viejos se sigue dando de manera inevitable en todos los municipios, no hay alternativas para conservar a los animales llamados ?improductivos?.
