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México, DF.- El discurso del priismo nacional en lo que será la competencia más cerrada de la historia tiene que ser no sólo defensivo y reivindicatorio de lo hecho, sino lograr la credibilidad que los políticos han perdido ante la sociedad.
El coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, Emilio Chuayffet Chemor, lamentó que las campañas hoy en día se hayan vuelto un asunto de definición publicitaria.
En un comunicado de prensa destacó que en vez de apostar por la mercadotecnia, el PRI debe ir por el voto con candidatos que vayan territorialmente y en contacto con los electores.
El problema del PRI -sostuvo- se presentó cuando abandonó las banderas que le dieron origen: de ahí que el buen gobierno, en el caso de los puestos de elección popular que se disputarán para el próximo año, debe ser un pabellón y un activo para reivindicar al partido.
Por eso, prosiguió que no comprende a los candidatos que contemplando al pasado se pelean con él, cuando en muchos casos deberían aprovecharlo para darle potencia y vigor a su tarea de proselitismo político, dado que no todo lo previo es malo.
Asimismo, reconoció que los medios de comunicación han tenido un gran papel en la democracia mexicana, sería injusto no decirlo dado que son ellos los que han politizado al país, han vuelto a la política asunto de primer orden, una materia de la que hasta los niños hablan.
?La democracia sin inteligencia, se vuelve sorteo y sólo en la comparación de datos, en el examen y la reflexión de segundo nivel, no de pasadita, no de trasmano, está la posibilidad de descubrir quién ofrece cosas reales y serias?, dijo Chuayffet.
El legislador criticó, además, a los políticos que ofrecen ?baratijas? que llaman mucho la atención, pero que a fin de cuentas no resuelven nada.
Reiteró que para reivindicar a la política cada quien debe cumplir lo que le toca, y señaló que el Congreso también demerita a la política, pues si bien no trabaja con productividad, no saca las cosas con la rapidez, la premura y sobre todo la eficacia que el país le demanda.
