EFE
MANAGUA, NICARAGUA.- El enviado especial de la OEA a Nicaragua, Dante Caputo, dijo ayer que el organismo panamericano debe replantearse su papel en América Latina para no asistir a los ?funerales? de los gobiernos que no pueden terminar sus períodos, sino evitar sus caídas.
Caputo, quien abandonó ayer este país después de una misión de cuatro meses en la que logró establecer un diálogo entre el Gobierno y sus opositores liberales (derecha) y sandinistas (izquierda), dijo que se va de Nicaragua con la esperanza de que se preserve lo alcanzado.
Indicó que el caso de la crisis de Nicaragua, en la que según el presidente, Enrique Bolaños, se intentó dar un golpe de Estado a su Gobierno, ?pinta? un nuevo perfil para la Organización de Estados Americanos (OEA).
?La OEA quiere ser organización para la democracia, no que asista llorosa a los funerales de los gobiernos que no pueden terminar sus mandatos, sino que pueda desplegar solidaridad y ayuda política, para fortalecer ahí donde hay crisis la democracia en cada uno de nuestros países?, dijo Caputo ayer en un acto en el que fue condecorado.
Recordó que desde que la democracia electoral se estableció en América Latina varios presidentes no concluyeron su período presidencial y manifestó que afortunadamente Nicaragua no se sumó a esa lista ?gracias al talento de sus políticos?.
?La democracia en América Latina ya no está amenazada por golpes de Estados militares como en el pasado ahora se enfrenta a nuevas acechanzas, pero al final sus verdaderos enemigos son la pobreza y la desigualdad en la distribución de la riqueza?, agregó Caputo.
Indicó que la crisis en Nicaragua era ?muy aguda? y con momentos de ?mucha ansiedad y angustia?, pero que al final los diversos actores supieron flexibilizar sus posturas para alcanzar un acuerdo que acabara con las divergencias.
La crisis en Nicaragua tuvo su origen en reformas constitucionales aprobadas por liberales y sandinistas en el Parlamento para restar facultades al Ejecutivo, pero fue superada el pasado 19 de octubre después que el Legislativo aprobara una ?Ley Marco?.
Dicha norma congeló las reformas para que no fueran aplicadas hasta que asuma el nuevo Gobierno en enero de 2007.
Caputo dijo que en América Latina las instituciones son muy débiles y por tanto ?lo conquistado no está asegurado?.
Antes de dejar el país, Caputo fue condecorado ayer por el presidente Bolaños con la orden ?José de Marcoleta en el grado de Gran Cruz?, máxima distinción que otorga el Estado a un diplomático.