EFE / EL PAÍS
FLORIDA, EU.- El anticastrista Luis Posada Carriles afronta una posible deportación tras ser acusado ayer de entrar ilegalmente a Estados Unidos, a lo cual el activista cubano se apresta a luchar para permanecer en el país, según su abogado.
“Pediremos mañana (hoy) que sea puesto en libertad y un cambio inmediato del caso a un tribunal de Miami”, informó el abogado del anticastrista, Eduardo Soto, quien presentará de nuevo una solicitud de asilo político para su cliente.
La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de EU (ICE, por sus siglas en inglés) anunció ayer la acusación contra Posada Carriles y fijó para el próximo 13 de junio una audiencia ante un juez de inmigración para que éste responda a los cargos.
El Presidente de Cuba Fidel Castro solicitó a México amablemente que diga la ruta que siguió Posadas en este país. Castro reitera que nunca se acusó al Gobierno mexicano de complicidad, sino que se le solicitó que investigaran.
Expertos aseguraron que cualquiera sea la decisión final de EU en relación con el caso, el Gobierno de Washington afronta un dilema con claras repercusiones políticas.
El presidente estadounidense, George W. Bush, “ha dejado clara la idea de que no toleraremos que ningún país dé refugio a terroristas. Posada Carriles es un conocido terrorista y a EU no le conviene darle asilo político”, dijo Philip Brenner, profesor de política exterior de American University en Washington.
El abogado experto en asuntos de inmigración José Pertierra aclaró que Posada Carriles, un ex agente de la CIA, tampoco podría ampararse bajo la Ley de Ajuste Cubano, que otorga un alivio migratorio a todo cubano que pisa suelo estadounidense.
“La Ley es clara, si eres prófugo de la justicia o has cometido actos terroristas, tampoco puedes ampararte a las leyes de asilo político. Por lo tanto, la decisión de Washington será netamente política”, dijo Pertierra.
Posada Carriles, de 77 años, fue detenido en Miami el martes pasado cuando iba a abandonar EU y había dicho que entró ilegalmente al país a través de México a mediados de marzo.
Venezuela solicitó la semana pasada su detención con fines de extradición por la voladura de un avión cubano en 1976, pero Soto asegura que hasta el momento no ha visto ningún documento formal del Gobierno de Caracas pidiendo la entrega de su cliente.
Castro por su parte dijo en La Habana que la detención de uno de sus principales enemigos “es una gran farsa, una gran mentira, un gran fraude, un intento de escapar cuando se sienten realmente en una situación difícil”.
