El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Manuel Sañudo, director de la empresa consultora Entusiástika, comenta que competir en un mercado globalizado y lograr sobrevivir ha obligado a los hombres de negocio a aplicar de manera continua autodiagnósticos, en donde se evalúen los resultados obtenidos y sí cuestione si el rumbo de la empresa es el correcto o si el producto que se elabora atiende las necesidades de los clientes.
Comúnmente éstos se aplican en forma intuitiva, particularmente en las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), en donde el empresario es absorbido por la operación y las problemáticas diarias del proceso, por lo que en muchas veces el análisis no es muy objetivo y no se observa desde la perspectiva del propio comprador.
La propuesta del consultor de empresas es buscar la asesoría de una persona especializada, ajena a la empresa, pero con las herramientas necesarias para elaborar un diagnóstico objetivo y lejos de cualquier sentimiento familiar hacia el negocio o elaboración de un producto y servicio.
El principal indicador que exige estos servicios de consultoría es a partir de que la empresa no esta generando los ingresos y utilidades proyectadas, por lo que es el momento de evaluar si es necesario aplicar una mejora continua o discontinua dentro de la estructura de la planta o comercio familiar.
Las preguntas más comunes que debe hacerse un empresario es qué es lo que impide el crecimiento y la rentabilidad del negocio. Manuel Sañudo comenta que es común que el primer paso que se haga de manera intuitiva es mejorar el producto o servicio, tanto en calidad, empaque, menor precio o envío, sin embargo, en muchas ocasiones la problemática va más allá, por lo que no se alcanza a ver que el problema lo ha rebasado y debe cambiar de nicho de mercado y de producto.
Lo anterior se define como una mejora discontinua, en donde se deben realizar cambios radicales en la estructura del negocio si se desea continuar operando, por lo que en ocasiones el producto ha dejado de ser demandado y pese a las mejoras que se le hagan, la competencia es más fuerte, con bajos precios y con una mercancía más novedosa y moderna.
Negocio familiar
El entrevistado comenta que en los negocios familiares es difícil aplicar ajustes de fondo, radicales a una empresa que toda su vida ha elaborado cierto producto o servicio, pero sobre todo que la planta la inicio su abuelo o padre, por lo que tiene una carga extra de emociones que nublan la razón.
Dentro de las ventajas de aplicar un diagnóstico por parte de personal calificado es el no tomar en cuenta las creencias, paradigmas y la forma de ganar dinero que en el pasado dieron buenos resultados, pero que hoy en día no operan ante un mundo globalizado.
La evaluación de se encamina en analizar amenazas y oportunidades de la empresa desde afuera, por lo que el resultado podría ayudar a determinar si se requiere una mejora continua o discontinua. La resistencia por abandonar lo que en su momento dio éxito y permitió el crecimiento del negocio se aplica al 80 por ciento de las empresas en México.
Manuel Sañudo declara que al igual que una empresa, Torreón muestra un mayor crecimiento en inversiones productivas, sin embargo, ello muestra una sobreoferta en servicios dentro del ramo hotelero, restaurantero y comercial. Los empresarios locales deben implementar cambios que les permitan sobrevivir ante la competencia de grandes cadenas de hoteles o reconocidas franquicias internacionales de comida rápida.
Dentro de las fortalezas que presentan las Pymes frente a grandes tiendas departamentales o de alimentos, es que el propietario tiene mayor poder de decisión que un gerente regional, por lo que una acción inmediata y adecuada será más oportuna y con mejores efectos que otra que se realice en forma centralizada.
De acuerdo al entrevistado “todo problema trae una oportunidad”, por lo que considera oportuno que los pequeños empresarios continúen innovando y haciendo propuestas que les ayuden a mejorar la calidad en el servicio al cliente.
