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KANDAHAR, AFGANISTÁN.- Presuntos pistoleros de grupo Talibán emboscaron a una patrulla fronteriza en un área del desierto cercana a la frontera con Pakistán decapitando a diez soldados afganos. Otros 15 rebeldes y militares murieron en hechos de violencia de otras regiones del país, dijeron ayer las autoridades.
En la emboscada de Helmand, 15 de los soldados, incluyendo tres lesionados por impactos de bala, huyeron del área después de ser atacados. Los decapitados formaban parte de una patrulla de 25 integrantes de la provincia de Helmand, en el sur del país, que fue atacada anoche por milicianos que manejaban camionetas, expresó el gobernador Sher Mohamed Aghunzada.
?El Talibán cortó las cabezas de todos los soldados asesinados?, sostuvo. Aghunzada manifestó que los cadáveres de los militares habían sido recuperados.
Los hechos tuvieron lugar un día después que un presunto portavoz talibán, el mulá Latif Hakimi, dijo que los rebeldes habían decapitado a un comando estadounidense desaparecido desde el 28 de junio en las montañas de la provincia de Kunar, en la región oriental, también cerca de la frontera con Pakistán.
Los funcionarios estadounidenses dudaron de la aseveración de Hakimi y una portavoz del Ejército estadounidense, la teniente Cindy Moore, expresó ayer que la búsqueda del soldado continuaba.
Hakimi no ha ofrecido pruebas de que los rebeldes habían capturado al comando, o que lo habían matado.
En el pasado la información aportada por Hakimi ha sido a veces exagerada o falsa y no queda clara su relación con el liderazgo talibán.
El soldado es el último de un grupo de cuatro desaparecidos. Uno de los hombres fue rescatado y los otros dos aparecieron muertos.
Se han registrado pocas decapitaciones en Afganistán desde que comenzó la guerra para derrocar al Talibán y el método es más común entre los milicianos árabes.
Mientras tanto, otros 12 soldados afganos murieron ayer cuando explotó una mina terrestre bajo su vehículo en la provincia de Paktika, también cerca de la frontera paquistaní, manifestó el jefe de la Policía Ghulam Nabi.
Asimismo, en enfrentamientos de la provincia de Kandahar, en el sur del país, tres presuntos rebeldes murieron tras atacar un convoy del Gobierno en la carretera que enlaza la región con el Pakistán, dijo el jefe de la seguridad fronteriza, el general Abdul Raziq Jan.