Aquí estamos, una vez más, metidos hasta el encuentro en las luchas políticas. Como siempre, ganará el dinero, que nunca pierde una. El que a ellas se mete sin él, anda en la luna. En lo que sea, el hombre sin él es nada, esto se cumple en todo, y más en política.
Y que no nos cuenten. Cuando alguien alcanza un puesto, el que sea, en el que tiene oportunidad de robar, no duda en hacerlo, lo hace hasta enriquecerse. Para ello, claro, lo primero que hay que hacer es darse “baños de pueblo”. Ya le llegará, al que gana un plebiscito, ocasión de demostrar su indiferencia a las muchedumbres, como lo acaba de hacer en Gómez Palacio nuestro señor presidente Fox, que nada más espera de ellas. Y como lo han hecho todos, de la misma manera que todos recordamos, cuando menos alguna asoleada atención de horas y horas, esperando a alguno de los mandones de nuestra vida, o de alguno que supimos seguros de que llegaría a mandar.
Por supuesto, primero hay que ser algo, conquistar un primer puesto público. Después todo se dará por añadidura. En cuanto esto sucede empieza a hacer su fortuna y queda indemnizado del tiempo invertido en esa aspiración.
Noches de insomnio le habrán costado a más de uno el hecho de haber llegado. ¿Y ahora, cómo obtener dinero? ¿De qué manera lograr suficiente dinero para seguir subiendo en la escalera política?
Claro que los hay que no harían eso, son por lo general los que no llegan, porque sus escrúpulos, temores y dudas, se lo impiden. Nadie, pues, espera un político que, económicamente salga como entró, pero sí desea ¡qué caray!, a alguien que, por su ciudad, estado o país haga, durante su gestión, al menos lo mismo que por él. Claro que los ha habido, de otra manera a estas horas México estaría en la calle, pero debían haber sido todos o, al menos más, para no acercarnos tanto a ella como estamos.
¿Qué le costaría a nuestro señor presidente, cuando visita el interior, esforzarse un poco extendiendo más su brazo para que el pueblo que lo llevó a donde está tenga la oportunidad de rozar su mano, o al menos voltear para ser visto y ver a un pueblo que le ha sido tan fidedigno?