Durante el 2004 fueon 86 personas las que decidieron quitarse la vida en Durango
En menos de 12 horas, un septuagenario y un menor de 14 años decidieron arrebatarse la existencia debido a un padecimiento crónico y por depresión, respectivamente. Los hechos ocurrieron en la colonia Miguel de la Madrid y en la cabecera municipal de Santa María del Oro, municipio de El Oro, Dgo., también en forma respectiva.
Conforme a los reportes que rindieron los agentes del Ministerio Público adscritos a la Dirección de Averiguaciones Previas, el viernes pasado a las 22:00 horas, aproximadamente, dos horas antes de terminar el 2004, Roberto Montenegro Padilla, con domicilio en calle 2 de Mayo del mencionado asentamiento humano, se ahorcó en el interior de su habitación utilizando un lazo de plástico.
Según el recado póstumo que dejó el anciano, señaló que al no soportar las fuertes migrañas que padecía desde años atrás, tomó la fatal decisión de descansar.
Salomé Olivas Padilla, de 64 años de edad, medio hermano del hoy occiso, manifestó que desde hace varios días lo había notado muy decaído y desganado.
El viernes por la tarde volvió a verlo igual, por ello decidió regresar ese mismo día por la noche para invitarlo a cenar con motivo del fin de año, pero enorme fue su asombro al verlo suspendido por el cuello con una soga que previamente amarró a las vigas, siendo innecesario ayudarlo, pues carecía ya de signos vitales.
Horas después en Santa María del Oro, Armando Carrete Herrera, de 14 años de edad, escapaba también por la puerta falsa en el interior de las caballerizas donde a temprana hora se dirigió como era su costumbre a dar de comer a los animales, sólo que ya tenía planeado lo que debería hacer.
El cuerpo fue descubierto por su hermano Joaquín, de 22 años, quien ya por la tarde acudió a las caballerizas para llevar agua a los animales y sin entrar alzó la voz para llamarlo, pero al no recibir respuesta decidió entrar depositando las barricas que llevaba en cada mano.
Paralizado por la impresión, vio cómo el ligero cuerpo de su consanguíneo se balanceaba en medio del lugar, a poca distancia de uno de los abrevaderos que utilizó como punto de apoyo para saltar al vacío y quedar suspendido por el cuello, mientras la soga ceñía su cuello hasta dejarlo sin aliento.
Recuperado de su asombro gritó a sus padres, pero ya era demasiado tarde al bajar el cuerpo exánime de Armando, señalando al agente del Ministerio Público, Andrés Simental, que al inicio de la semana lo vieron muy deprimido, pero creyeron que era pasajero sin saber que en cualquier momento se quitaría la vida.
Cierra 2004 con 86 casos
Para sorpresa de algunos, el año pasado concluyó con 86 suicidios en total, 17 más que en 2003, tres menos que 2002. Mayo fue el mes que promedió más autoinmolaciones con 16 casos, con mayor rango de edades entre los 22 a los 30 años, seguido del mes de agosto con ocho casos y el mes de enero con tres.
El medio que más se utilizó fueron las armas de fuego con 53 casos y 24 de asfixia por ahorcamiento, seguido de cinco por intoxicación medicamentosa y con venenos. Dos más perdieron la vida al arrojarse al paso de vehículos en movimiento, uno al cortarse el cuello y otro al hacer estallar los tanques del gas dentro de su vivienda.
Numeralia.-
-244 suicidios en tres años en la entidad
-89 en el 2002; 69 en el 2003 y 86 en el 2004
-Siete fueron menores de edad; dos de ellos tenían 13 años
-Nueve eran mayores de 60 años
ENVENENADO
Otro caso en La Laguna
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Un hombre de 58 años de edad decidió terminar con su vida ingiriendo raticida, mismo que le provocó la muerte casi de manera instantánea. En la bolsa de su pantalón, deja a los familiares una carta en la cual explica los motivos de su decisión.
Los hechos sucedieron alrededor de las 20:00 del primero de enero en el ejido Lucero, municipio de Tlahualilo, Durango; en esa comunidad ejidal, José Aldama Cháirez decide terminar con su vida tomando veneno para ratas.
Antes de elegir la forma en que moriría, José escribió una carta en la que explica las razones de su partida. Del deceso tomó conocimiento la agente del Ministerio Público de Tlahualilo, Esperanza Chacón González.
Fue la misma autoridad quien ordenó el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense (Semefo) de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para que el médico legista, Armando Castillo, le practicara la necropsia de ley, determinando como causas de la muerte sangrado de tubo digestivo alto y envenenamiento con órgano fosforado-clorado.
