Señala el ex dictador que todo lo que hizo se lo dedicó a Dios y a Chile, lo cual dijo "permitió que el país no fuera comunista y surgiera como hasta hoy" .
Santiago de Chile, (EFE).- El ex dictador chileno Augusto Pinochet, declarado mentalmente apto para un juicio, dedicó "a Dios y a Chile" todo lo que hizo durante su régimen en el interrogatorio a que fue sometido por el juez que investiga los crímenes de la Operación Colombo, dijeron hoy fuentes judiciales.
"Todo lo que hice, todo lo que actué, todos los problemas, se los dedico a Dios, se los dedico a Chile, porque de esa forma se permitió que el país no fuera comunista y surgiera como hasta hoy", manifestó Pinochet el pasado lunes al juez Víctor Montiglio, que lo interrogó en su domicilio.
Pinochet también negó haber sido el jefe máximo de la DINA, la policía secreta de su régimen, y aseguró que al director de ese organismo, Manuel Contreras, "le gustaba engatusarlo".
Afirmó además que lamenta las muertes que se produjeron durante su dictadura de 17 años (1973-1990), pero las atribuyó a "Dios".
"Lamento y sufro por esas pérdidas, pero es Dios quien hace las cosas, él me perdonará si me excedí en alguna, pero no creo que haya sucedido eso", precisó.
La respuesta más recurrente de Pinochet a las preguntas del juez fue "no me acuerdo", incluido el juego de palabras "no me acuerdo, pero no es cierto. No es cierto, y si fuera cierto, no me acuerdo", en relación a si efectivamente, como ha asegurado Contreras, era el jefe máximo de la DINA.
Montiglio entregó hoy a las partes del caso el contenido del interrogatorio y las conclusiones de los médicos que, por orden de la Corte Suprema, examinaron a Pinochet para evaluar su condición mental.
Según las conclusiones de los seis peritos del Servicio Médico Legal que participaron en los exámenes, el ex gobernante de facto, que cumplirá 90 años el próximo día 25, está en condiciones psiquiátricas de afrontar un juicio.
Ello, a pesar de que desde el punto de vista neurológico mantiene el diagnóstico de demencia subcortical, que no le impide, sin embargo, participar en un proceso, concluyeron.
Según el abogado querellante Hernán Quezada, Pinochet "sobresimuló" sus trastornos cognitivos a fin de hacer aparecer más grave la enfermedad neurológica que le afecta.
"Mostró lucidez, conocía nombres de abogados, parientes y amigos, sabía respecto de qué estaba siendo interrogado y la gravedad de cargos que se le imputan", dijo Quezada a los periodistas, tras examinar los documentos facilitados por el juez.
Agregó que los peritos son concluyentes en que desde el punto de vista psiquiátrico (Pinochet) es una persona normal, que puede afrontar un proceso, "sin perjuicio de sus afecciones neurológicas y cierto grado de pérdida de memoria, que en ningún caso implican una demencia o enajenación mental".
Quezada también señaló que Pinochet entró en contradicciones, ya que tras manifestar que no se acordaba de algunos hechos, después dio detalles de los mismos.
En su comparecencia ante el juez, Pinochet le reclamó también al magistrado por preguntarle cosas "que sucedieron hace 30 años".
La Operación Colombo fue un montaje de la DINA para encubrir, en 1975, la desaparición de 119 opositores, en su mayoría miembros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), agrupación que combatió con las armas contra la dictadura.
El general jubilado, que en este caso fue desaforado el pasado 15 de septiembre por la Corte Suprema, está imputado por quince de esos crímenes y a juicio de los querellantes, tras el interrogatorio y las conclusiones de los exámenes médicos, el juez Montiglio debe proceder a dictar su procesamiento.
El ex gobernante aseguró al juez que nunca dio órdenes para matar gente ni torturar, y que por el contrario, dictó disposiciones para evitar estos hechos.
La defensa de Pinochet declinó hacer comentarios acerca del interrogatorio o los informes de los peritos médicos, ni indicó si insistirá en tratar de evitar su procesamiento en base a la salud mental del imputado.
En el pasado, la demencia subcortical sirvió a Pinochet para ser exonerado en los juicios por los crímenes de la Caravana de la Muerte, una comitiva militar que ejecutó a decenas de presos políticos en 1973, y de la Operación Cóndor, que fue una coordinación entre las dictaduras de los países del Cono Sur para eliminar opositores.
Pinochet afronta además una investigación por sus cuentas secretas, en la que ha sido interrogado tres veces en los últimos días por el juez encargado, Carlos Cerda, como imputado por delitos tributarios y otros relacionados con la acumulación ilícita de una fortuna calculada hasta ahora en 27 millones de dólares.