El mandatario afirmó que las políticas empleadas en Irak contribuyen a estabilizar la paz y agregó que los prisioneros en Guantánamo son bien tratados.
Bruselas, (Notimex).- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, defendió hoy en Copenhague su política en Irak y negó que existan irregularidades en la base militar estadounidense de Guantánamo, Cuba.
En una breve visita a Dinamarca, antes de viajar a Gleneagles, Escocia, para participar en la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8), Bush agradeció al gobierno danés su respaldo militar en Afganistán e Irak, donde mantiene desplegados unos 500 soldados.
El mandatario estadounidense, quien celebra este miércoles su cumpleaños número 59, afirmó que las políticas empleadas en Irak contribuyen a estabilizar la paz y agregó que los prisioneros en Guantánamo son bien tratados.
"La situación en esa base militar es de total transparencia", aseguró Bush en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, respecto a la recientes quejas presentadas por las Naciones Unidas (ONU) respecto a Guantánamo.
Expertos de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU se quejaron el mes pasado por la falta de respuesta de Estados Unidos a sus reiteradas peticiones para visitar la base militar, donde se presume se cometen graves violaciones a los prisioneros.
El jefe de la Casa Blanca aseguró que los detenidos en Guantánamo fueron capturados en el campo de batalla, principalmente en Afganistán, y que todos recibirán un juicio "justo", según informes de prensa conocidos en esta capital.
Respecto a su postura sobre el Protocolo de Kioto y el cambio climático, temas claves en la cumbre del G-8, Bush pidió dejar de lado la polémica surgida sobre su negativa a ratificar el documento y exhortó a buscar alternativas en favor del medio ambiente.
El mandatario, quien rechazó suscribir el Protocolo de Kioto sobre la reducción de gases contaminantes por considerar que ello estancaría la economía de su país, reconoció que el cambio climático se debe a la acción humana, pero insistió en que hay otros caminos.
Adelantó que propondrá al resto de los países miembros de G-8 (Alemania, Canadá, Francia, Japón, Italia, Reino Unido y Rusia) invertir en investigación sobre nuevas tecnologías que reduzcan de manera significativa los gases con efecto invernadero.
Por su parte, el primer ministro de Dinamarca destacó la importancia que dará el G-8 a África y subrayó la necesidad de que tanto Estados Unidos como Europa impulsen sus políticas comerciales en ese continente.
Después de reunirse con la reina Margarita de Dinamarca, el presidente estadunidense, su esposa Laura y su hija Jenna partieron a a la ciudad escocesa de Gleneagles, donde esta noche asistirá a la cena que ofrecerá la reina Isabel II de Inglaterra.