EFE
MOSCÚ, RUSIA.- El viceprimer ministro y titular de Defensa ruso, Serguéi Ivanov, rechazó ayer las críticas de Estados Unidos (EU), por la venta de armas a Irán y prometió reaccionar a los planes estadounidenses de instalar bases militares en Rumania.
?Guste o no, pero el contrato con Irán será cumplido?, dijo Ivanov sobre la venta a Teherán por mil millones de dólares de 29 sistemas de misiles antiaéreos Tor M-1, que permitirían al régimen iraní defenderse de una eventual invasión.
El ministro rechazó la ?retórica de amenazas? por parte de EU, que ha expresado su ?radical oposición? a la venta de armas a Irán, por considerarlo como ?un país patrocinador del terrorismo? y la principal amenaza para la paz en Oriente Medio.
El ministro de Defensa insistió en que ?el contrato es totalmente legítimo, y Rusia no viola ninguna normativa internacional, porque sobre Irán no pesan sanciones internacionales de ningún tipo?.
También reiteró su argumento de que los Tor son unos ?sistemas exclusivamente defensivos? y que su suministro a Irán no alterará el balance de Fuerzas en Oriente Medio.
En declaraciones a la prensa, Ivanov también comentó el acuerdo alcanzado por Washington con Bucarest para desplegar cuatro bases estadounidenses en Rumania y dijo que la reacción de Moscú dependerá de la magnitud de esas instalaciones militares en Europa del Este.
?La Administración norteamericana nos había informado sobre esos planes, pero por ahora no sabemos cuánto personal y armamento habrá en esas bases. Nuestra reacción dependerá de esos datos?, indicó el ministro ruso.
Por otra parte, Ivanov amenazó veladamente con que Rusia podría denunciar el modificado Tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa (CFE, por sus siglas e inglés), que debe rebajar los niveles de armamento en el viejo continente, por no haber sido ratificado todavía por muchos países europeos.
Prohíbe Estados Unidos la tortura: Rice
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, declaró ayer en Ucrania que Estados Unidos ha prohibido a sus militares practicar torturas a los detenidos durante los interrogatorios en cualquier lugar del mundo.
?Los compromisos de Estados Unidos dentro de la Convención contra la Tortura, que prohíbe el trato cruel e inhumano, son extensivos a todo el personal estadounidense donde sea que se encuentre, dentro o fuera de EU?, dijo Rice, según el diario digital ruso Gazeta.ru.
La Administración norteamericana con anterioridad había admitido la vigencia de dicha convención sólo en territorio de Estados Unidos (EU), por lo que esta declaración de Rice indica un mayor compromiso del país ante las presiones de la Unión Europea y en el Congreso estadounidense.
El comentario de Rice se produce en medio de un escándalo internacional en torno a presuntos vuelos secretos de los aviones de Estados Unidos para trasladar a prisioneros sospechosos de terrorismo a supuestas cárceles ilegales de la CIA en Europa del Este.
Desmiente Polonia tener centros de la CIA
El presidente de Polonia, Aleksander Kwasniwski, desmintió ayer por completo la existencia en su territorio de centros de detención de la CIA para mantener a miembros de la red Al Qaeda, como reportó la víspera la prensa estadounidense.
?Son falsas las informaciones publicadas por medios estadounidenses sobre la detención en Polonia de diez activistas de Al Qaeda hace sólo unas semanas?, aseguró Kwasniwski en declaraciones a la emisora polaca Radio Z, captadas en esta capital.
?En todo el territorio de Polonia no hay cárceles secretas y en las que existen hoy no hay presos relacionados con el terrorismo internacional?, dijo y aclaró el tipo de cooperación entre Polonia y la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA).
?Incluso los más altos representantes del poder, desconocemos los detalles (de la relación entre la CIA y Polonia), pero estoy seguro que esa cooperación se basa en la absoluta legalidad?, señaló el saliente mandatario, de acuerdo con el reporte.
Las aclaraciones de Varsovia siguieron a los reportes de la cadena estadounidense de noticias ABC, según los cuales la CIA mantenía dos centros de detención en Rumania y Polonia, mismos que habrían sido cerrados el pasado mes por denuncias de Human Rights Watch.