EFE
BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Un recital de rock en una discoteca de Buenos Aires se transformó en la peor tragedia de Argentina de los últimos años cuando el local se incendió y causó la muerte de, al menos, 175 personas y heridas a otras 714, un centenar de ellas hospitalizados en estado crítico.
El siniestro se originó sobre la medianoche del jueves por unas luces de Bengala que explotaron en el techo tapizado de materiales inflamables de la discoteca “República de Cromagnon”, en el barrio de Once, cuando unas seis mil personas, casi todos adolescentes, presenciaban el recital de la banda “Callejeros”.
La mayoría de las víctimas falleció por asfixia o aplastada cuando el público que, según fuentes policiales sobrepasaba “con creces” la capacidad del local, se vio atrapado en el interior del local e buscó desesperado una salida.
Se calcula que entre los muertos hay unos quince niños, algunos de ellos bebés, que fueron llevados por sus padres al espectáculo y permanecían en una improvisada guardería montada en el baño de mujeres de la discoteca.
De los 889 damnificados, entre muertos y heridos, 120 aún no han sido identificados, mientras cientos de familiares de las víctimas deambulaban ayer en medio de desgarradoras escenas de dolor y llanto, por los 23 hospitales afectados a la emergencia y por la morgue judicial para tratar de ubicar a sus parientes.
Entre la víctimas mortales fue identificada la ciudadana boliviana, Silvia Sanabria, de 22 años, hija de un periodista de la emisora Fides, de La Paz. Testigos de la tragedia aseguraron que la discoteca tenía puertas de emergencia estrechas y otras de mayor tamaño, pero que todas estaban bloqueadas con candados y que los materiales de la estructura del lugar eran altamente inflamables.
Funcionarios del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires señalaron que el local siniestrado había sido habilitado en 1997 para albergar a no más de mil 300 personas y que era habitual que en los recitales que ofrecía se utilizaran fuegos artificiales.
“De haber estado abiertas las puertas de salida de emergencia se hubiera evitado la muerte de mucha gente”, destacó el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Aníbal Ibarra. Para el ministro argentino del Interior, Aníbal Fernández, los jóvenes que fueron al concierto “estaban condenados a una trampa mortal”, ya que sostuvo que el local no estaba acondicionado para su rápida evacuación ante una emergencia.
Los primeros testimonios recogidos por la jueza María Angélica Crotto, a cargo del caso, permitieron determinar que tres jóvenes -que se desconoce si han sobrevivido al incendio- habían ingresado con pirotecnia y que, apenas iniciado el recital del grupo rockero, las lanzaron, impactando en el techo de la discoteca, recubierto de telas y plásticos.
Un empleado del local siniestrado reveló ayer que el pasado domingo, también durante un recital de rock, se produjo un principio de incendio por una luz de Bengala que explotó sobre el techo y que las llamas pudieron ser rápidamente sofocadas. Por esta tragedia, la peor de la historia reciente de Argentina no causada por fenómenos meteorológicos, las autoridades municipales y nacionales decretaron tres días de duelo, durante los cuales no podrá haber “actividades festivas ni música” en ningún espacio público.