En febrero, para ser más concreto el tres de febrero de 2005, aparece en el editorial de El Siglo de Torreón mi artículo en la columna Del Tintero, “¿Quién Invierte en Matamoros?”, a unos días de esta aparición fui invitado a almorzar con unas personas que se interesaban en invertir en esta ciudad, entre ellos un empresario americano, Mister Trhon. Esto no tendría la menor importancia, pero sucede que en ese almuerzo estaba invitado el doctor Felipe Medina Cervantes, presidente municipal, también se encontraba el tesorero, Rafael Rosales y Jesús Benítez Félix, encargado del departamento de desarrollo en el municipio.
En forma por demás altanera a plena quemarropa me dice el presidente de Matamoros, Felipe Medina: ahora que yo sea diputado federal, lo primero que haré es hacer una iniciativa para alejar y castigar a los periodistas mercenarios como usted. Confieso que primero lo tomé como broma y no le di importancia (aún no se la doy), pero ya en la mesa y en presencia de los empresarios y del mismo anfitrión el señor Juan Rueda siguió el señor Medina con su perorata en contra de los periodistas corruptos, sólo por el hecho de no estar con él, mientras él, obvio, seguía alabando sus obras ¿¿??
Ahora a cinco meses de ese percance, Felipe Medina despotrica contra un periódico que dice la verdad y que es defensor de la comunidad. Y lo hace también contra Cuauhtémoc Torres, Cristal Barrientos, Fabiola Pérez Canedo, Rafael Ibarra, Primitivo González y Cecilia Aguilar, entre otros y el único motivo es haber escrito en El Siglo de Torreón la verdad sobre el rumbo que este señor le da a los recursos del pueblo. Con quien deberá enfadarse Felipe Medina es con el Congreso Local y con la Contaduría Mayor de Hacienda que de hecho fueron y son sus acusadores y con sus colaboradores por no saber cubrir las miasmas y por no hacer obras de beneficio social.
Inclusive el licenciado Raúl Amador director de un periódico llamado “Sin Censura” fue amenazado por Felipe Medina, esta amenaza incluye también a dos reporteros de este semanario.
Sin embargo y más allá de que las autoridades matamorenses defiendan lo indefendible y las cuentas del dinero del pueblo no cuadren y sea utilizado en otros rubros que no son del municipio, hay personas que demuestran su interés por la gente de este municipio e invierten en él, los señores José y Jorge Nassar, el comerciante J. Refugio Lucero, con un centro comercial y dos cines, aún creen en esta ciudad y su gente, el señor Memo del Real, con su buen trato y con una cartera de más de cuatro mil clientes abarcando Zacatecas y Durango; los doctores Méndez Zapata y el licenciado Juan Rueda S., entre otros hombres de empuje.
Son varias empresas (maquilas) las que funcionan en este municipio y en las que nada tuvo que ver la administración, la RKI, Madesa en Congregación Hidalgo y la fábrica de prendas de vestir del señor Jhong, incluyendo otra en Coyote y otra maquila recién instalada que fabricará muebles para cocina.
Pronto y por la situación geográfica del municipio con respecto a Torreón y su crecimiento, está proyectado un centro comercial Soriana y el mismo dueño de Punta Laguna, Juan Rueda construye bodegas para un nuevo mercado de abastos (mall), donde se instalarán farmacias, un taller automotriz de mucho prestigio, una tienda de autoservicios -se habla de un Wall Mart- y un banco, tiendas de comida rápida, un colegio, entre otras inversiones.
También se hace un trato con algunos empresarios para instalar otras fábricas que sin duda reactivarán el comercio local y generarán muchos empleos. Hay tratos con algunos inversionistas foráneos y extranjeros para la compraventa de terrenos, pláticas con algunos fabricantes de ladrillos para operar con equipos de alta calidad, sin contaminar y económicos, así como la comercialización del mismo producto y otros derivados del barro. Está en pie la promesa del señor Juan Rueda con la donación de las hectáreas que sean necesarias para la construcción del edificio de la preparatoria Venustiano Carranza.
Esto sin duda es sólo una probadita de lo que se puede y se hace por el municipio y la otra cara de los matamorenses que aún ven en la gente del municipio el potencial generador de empleos, los que no usan los métodos políticos para enriquecerse, al contrario, por ellos hablan su tesón y trabajo.
Lástima que algunos políticos aún no puedan abrir los ojos y ver un poco las bondades y oportunidades que aún están vigentes y generosamente nos regala la naturaleza para servir al pueblo, sólo que para eso se necesita amar al terruño y tener cuando menos una pizca de sentido común, ahora, muy, pero muy ausente en nuestros políticos.
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