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Del Tintero| ¿Es Pemex una empresa privada?

Fidencio Treviño Maldonado

El Gobierno que no cambia en nada su discurso: ?Hay abundancia de recursos, anchos caminos por recorrer, una identidad nacionalista y centenaria y sobre todo un pueblo admirable que en renovada fortaleza sabrá remontar la crisis y continuar la tarea interminable y devota edificación de su destino, bla, bla, etc.?.

Bonito negocio el de Petróleos Mexicanos, con más de cien millones de socios, pero administrado por unos cuantos vivales. Desde la expropiación en 1938 y los conflictos que el país tuvo que torear, inclusive al borde de una invasión por parte de los ingleses, Óscar Traven en ?La Rosa Blanca? nos da una lectura de lo penoso que fue para los gobernantes en esa época, sobre todo para Lázaro Cárdenas del Río -hombre de una enorme visión, capaz de convocar al pueblo y el país entero responde-.

Después de esa época romántica le cae a la empresa una cascada de tribulaciones de la que hasta la fecha no ha podido salir y como están las cosas no se ve por dónde. Pemex no es cualquier cosa como muchos quieren que lo veamos, el petróleo es la cereza y el pastel completo, no sólo de los que manejan esta empresa sino está en la mira de otros países, es el pasado, presente y futuro de este pobre país, inclusive es objeto de una continua discusión en la cúpula y de una permanente contienda entre grupos corruptos.

El petróleo, el mismo que el inconmensurable zacatecano Ramón López Velarde, dijo que su destino lo ?escrituró el diablo? y son ya muchos diablos los que de esta empresa nacional hacen un pingüe negocio y lo peor se apoderaron en forma por demás perversa de ella, convirtiéndola en un nido de ratas y víboras cuyos tentáculos llegan hasta lo más encumbrado de nuestros políticos, sin dejar fuera hombres de negocios que a la sombra de esta empresa algunos como piratas se han enriquecido, el caso de los ordeñadores de tuberías con el permiso de los encargados o los ?moches? a los inspectores por expender semilitros en las bombas.

Pobre México el de ayer, el de hoy y en el fondo también el México del mañana, con riquezas al granel en manos de unos cuantos mequetrefes, simples pillos en eterno festín con exageraciones en sus funciones y enormes alardes de arrogancia, autocentradas y derivadas de su propia ignorancia. (Joaquín Hernández Galicia ?La Quina?, Jorge Díaz Serrano y el último cacique petrolero, Carlos Romero de Deschamps).

Un país el nuestro hecho de despojos de la casta divina, con el autoritarismo como paradigma y el frenesí de la insensatez cuando la soberanía está en la lengua de los mesías. Un petróleo ajeno en un país de desarrapados, sin techo ni abrigo, el desempleo galopando a la par que la corrupción como caballos apocalípticos en carrera parejera, un pueblo sin satisfactores básicos y desprotegido ante la Ley, con la corrupción, la antidemocracia y la deshonestidad de parte del Gobierno.

El Gobierno que no cambia en nada su discurso: ?Hay abundancia de recursos, anchos caminos por recorrer, una identidad nacionalista y centenaria y sobre todo un pueblo admirable que en renovada fortaleza sabrá remontar la crisis y continuar la tarea interminable y devota edificación de su destino, bla, bla, etc.?.

La misma retórica de los gobiernos obsequiosos en los bajos fondos del destino manifiesto encaramado en la demagogia, demagogia que aún armado con sus argumentos no ha sido capaz de tapar los robos en dinero por sus líderes, funcionarios y el Gobierno mismo, robo de materiales en las mismas refinadoras y tuberías, en las bombas de gasolina todo encubierto por las autoridades, tráfico de influencias en los trabajos, licitaciones y concesiones para la empresa por compañías piratas.

El robo de combustible en las tuberías no es nuevo y la prueba es que éste se da desde hace más de 25 años sobre todo en la Región Lagunera donde bajita la mano se han detectado más de 35 tomas clandestinas ¿y Seguridad Nacional en dónde está..?

Todo mundo se hace el occiso respecto a este robo desde las autoridades federales hasta la misma empresa y piensan que los ciudadanos ?dueños del petróleo?, somos unos retrasados mentales, porque sucede que quien está preparado para efectuar estas tomas son los mismos empleados o ex trabajadores de la empresa, son los únicos que cuentan con los conocimientos y herramientas necesarias, desde su ordeña, el manejo y su comercialización a los expendedores. Pero la pregunta y tema de este artículo es ¿Pemex es una empresa privada o es de los mexicanos?

La respuesta es sencilla, Sí Es y sin simulaciones y sin disfraz: Pemex desde hace muchos años sigue secuestrada por un romántico contubernio de corrupción entre el Sindicato (STPRM) y el Gobierno, el caso del actual líder Carlos Romero Deschamps, quien robó, roba y seguirá robando dinero y será co-dueño (socio por decreto) de cada gota de petróleo que durante otros seis años produzca Pemex, por lo tanto Pemex es una empresa privada como lo son y lo fueron muchas paraestatales.

El caso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es otro y ya no se diga el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) o el mismo Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), institutos de interés social pero secuestrados por unos cuantos vivillos. Pero más allá de que con el dinero del petróleo se lleve a cabo y se tome en cuenta para el presupuesto, si en esta empresa no existiera la corrupción, sin duda nuestro país al menos en otros rubros estaría en un mejor nivel dados todos los rezagos en que ahora se encuentra el changarro (entiéndase el país).

Con estas y otras hechuras y linduras no se ve por dónde comience a despuntar esta empresa que ahora quiere ser farol en casa ajena, el caso de poner refinerías en Centro y Sudamérica, mientras las nuestras se están cayendo a pedazos y sus tuberías obsoletas, con las consecuencias y desastres al menudeo ¿qué le puede importar a Juan Pueblo que la empresa se privatice o siga en manos de los misma pandilla de truhanes?, si sindicato y Gobierno por años hacen y deshacen a su libre albedrío del producto y nunca le han informado a sus socios (los más de cien millones de mexicanos) las pérdidas o ganancias.

Los paleros del sistema dirán que nos devuelven las ganancias con servicios ¿?pos a cuáles servicios se estarán refiriendo estos tipos? ¿Acaso serán seguridad, educación, salud o comunicaciones entre otros servicios de muy dudosa calidad, incluyendo la cantaleta desde don Porfirio Díaz el combate a la pobreza? Correo-e: linga_1031@hotmail.com

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