La democracia falló en el proceso interno del PRI, les ganaron las ansias y al profesor cumbianchero de Saltillo le salió el tiro por la culata. Si el gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez hizo una elección de Estado para elegir a su sucesor y la prueba es que cambió de candidato y de parecer, unos cuantos días antes de las internas, sólo por el motivo que Javier Guerrero usó camisas rojas, ya que el ex secretario de Finanzas era su gallo, pero, sólo por el color rojo que identificaba a los guerreristas les cambió la jugada. ¿Será verdad?
Al cumbianchero Moreira, candidato gracias a un dedazo, le pasó lo mismo en las elecciones para presidentes municipales y diputados en algunas regiones de Coahuila, es decir para conformar su gabinete, sus correligionarios dieron muchas líneas y al último se le enredaron todas, se convirtieron en un desabrido fideo mal cocido y donde además ya se deja ver quién manda en Coahuila, inclusive su hermano Rubén, jefe de la Sección Cinco de profesores ya se está convirtiendo en el “hermano incómodo” del candidato, (todavía no pare la yegua y ya quiere montar al potrillo).
En Torreón el dinero dio el triunfo a Eduardo Olmos, los convenció que era o es la mejor opción para ellos, para el pueblo ¿quién sabe?, el caso es que todos declinaron con el agachismo oficial y lacayismo que se usa en este partido, la disciplina y la reverencia hasta la ignominia con todo el poder y temor que inspira la lana, inclusive son negociaciones que da la unidad del partido, bla, bla... (con los panistas sucedió lo mismo, Villa por Zermeño y José Ángel por De León, etc).
¡Pero!, los inconformes, los precandidatos a diputados de Torreón, a los precandidatos de otros municipios por el PRI a los que les cayó todo el peso de la maquinaria estatal, con urnas preñadas, con el carrusel, taxistas corporativistas, algunos profesores que ensucian la noble profesión actuando como gángsteres.
“En las elecciones el voto cuenta, pero el dinero es el que decide”... si no lo creen mis dos y medio lectores que le pregunten a los que adulan a Lalo Olmos. Moreira como buen animador de fiestas a todo mundo dejó entrar, dejó ver su mejor sonrisa, contó sus choteados chistes y los invitó a soñar, su escudero y jefe del PRI estatal, Sigfrido Macías al igual que el esotérico y cónsul de Madrazo, Manuel Cavazos Lerma como buenos coristas sólo secundaban a su jefe y con la punta de sus zapatos seguían el ritmo de la cumbia que el patrón bailaba.
En Matamoros un novel comerciante fue llevado al redil de Moreira y sus tentáculos y de pronto lo abandonó. Guillermo del Real y Raúl Onofre fueron los precandidatos, Del Real por parte del pueblo y Raúl Onofre con todo el poder de la maquinaria estatal y municipal, a Del Real lo arrolló un convoy, las placas eran de Saltillo, sólo que no contaban con que Guillermo del Real levantaría mucha polvadera en este polvoso municipio de Matamoros y ahora sucede que con sus más de seis mil votos sin dar llaveros, ni despensas, gorras o lana, fueron por convicción y puso su fiel en la balanza electoral del municipio.
Si Del Real se va con la UDC con el profesor Contreras Pacheco, gana y es con quien se unirá, pero lo mismo hubiese sucedido si se pasa al PAN con Érik Rodríguez lo hace presidente y si lo rescata Raúl Onofre por el PRI también gana, ya que todos estos candidatos cuentan con una votación ficticia de entre seis a siete mil votantes, Real Castañeda tiene el sartén por el mango.
De lejanas tierras llegó un señor de nombre César Duarte, diputado él por el estado de Chihuahua, de esos embajadores que como Maximiliano vienen a conquistar tierras sin conocer, vino como bombero y salió más tiznado que un carbonero. El PRI con sus viejas costumbres no puede aún superar las mañas ancestrales de infundir temor, el chantaje y este señor sólo vino a ensuciar más el panorama electoral, ya nos podemos imaginar el papelote que don César Duarte lleva a cabo en el Congreso como diputado, por eso estamos como estamos.
Total entre traiciones, dinero y acarreos se fueron terminando las boletas y temprano con el sol a plomo ya sabían en Saltillo capital quiénes eran los elegidos. Señores priistas, dicen sus partidarios que estaban mejor cuando el partido estaba peor, por dedazo, por palomeo y así ni gastan dinero, ni dividen a las comadres y se pueden guardar las mañas para elecciones más importantes.
NOTA.- Profe Roberto Méndez, buen comentario y tienes toda la razón respecto a los cuerpos de seguridad que tiene el pueblo y me parece muy acertado tu adjetivo a muchos ciudadanos cuando les nombras “huleros”... para servirte.
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