“Aullemos, dijo el perro”.
Libro de las Voces
A la salida o chaqueteo de Jesús María Ramón del PRI las opiniones de sus compañeros de partido fueron dignas de una letanía simulada y con declaraciones más falsas que una moneda de tres pesos.
Javier Guerrero dijo: no comparto sus argumentos. El gobernador Enrique Martínez: es lamentable la decisión que Chuy María tomó. Es una merma, pero habrá unidad, expresó Humberto Moreira. Sigfrido Macías Pérez, presidente del PRI en el estado, señaló que deplora la salida del acuñese y que sobre la decisión personal del precandidato no tenía ingerencia. Por su parte el otro precandidato, Miguel Arizpe dijo que el PRI no corre peligro por la salida del ex diputado. Las opiniones de Raúl Sifuentes y Alejandro Gutiérrez, los otros componentes del póker que presenta el PRI para la contienda, no cambian en mucho y son de la misma tónica.
Sin embargo la opinión que se merece Chuy María Ramón por parte del presidente (dueño) del partido UDC, Lenin Pérez Rivera es motivo de festejo, ya que de esta manera ve su salvación y de la “lana” que este resentido priista pueda tener: bienvenidos todos a la UDC, uno de los cientos de partidos rémoras que el pueblo tiene que pagar y con dirigentes al igual que el Verde Ecologista con reyecitos sentados en tronos heredados.
El único que no habló fue el protagonista de este berrinche Jesús María Ramón, quien con gesto adusto se negó a responder a la prensa y sólo acusó a la cúpula priista de no escuchar y que la ceguera y cerrazón del centralismo son el constante que definen a la dirigencia priista.
¿Pues en qué mundo vivía este empresario? El PRI como partido único por mucho tiempo en México fue y sigue siendo el partido de las estructuras, el del dedazo, el del palomeo en las diputaciones y municipios, el de los puestos otorgados a sus agachados (disciplinados); un partido que Chuy María aún no conoce y no sabe muchas cosas y que uno más que se largue, para ellos no cuenta, así diga que se lleva mucha gente, mucho dinero o votos cautivos.
El PRI no castiga a los ratas, a los defraudadores, a los corruptos, inclusive protege a muchos pillos por su fidelidad, sin embargo este partido no perdona a los traidores, es decir la deslealtad es más castigada que el mismo robo que al pueblo puedan causar sus funcionarios o gobernantes de este anacrónico partido, el ejemplo fueron hace tiempo en La Laguna dos ex militantes de este partido Paco Dávila y Jesús Contreras Pacheco, ahora navegan con banderas de muchos colores, más desorientados que un esquimal perdido en el desierto de Sahara eufemísticamente y políticamente hablando y a nivel nacional como ejemplo están Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Camacho Solís y alguien que trae locos al PAN y PRI, el mismo Andrés Manuel López Obrador.
Sin duda Jesús María sólo será otra comparsa más en el engrane, tendrá la UDC por ahí alguna alcaldía (ellos dicen que mínimo serán ocho), uno o dos “levantadedos” en el Congreso local que para variar serán personas salidas del mismo PRI, ex priistas que al igual que su jefe resentidos con este instituto, pero sin salirse del pragmatismo que da el mismo sistema, de ahí no pasará.
Desertor, desleal, chaquetero, aprovechado, traidor, serán los adjetivos ríspidos y algunos otros epítetos que recibirá el ex diputado Jesús María por parte sus ex hermanos de partido. La única respuesta que Chuy María puede dar es una boca cerrada, los motivos (del lobo) por los que el diputado sale del partido sólo los conocerá él. El PRI, partido en el que hizo su carrera política, será quien en su momento dado aplique las sanciones pertinentes.
Y miente rotundamente quien diga que en nuestro país hay partidos de izquierda, de centro, de derecha, de centro moderado y otras corrientes.
Señores, en la actualidad sólo hay personas metidas en los partidos por simples intereses particulares y la salida de Chuy María en nada lo cambia, lo mismo pasará con la salida o entrada de una o dos personas de los partidos o negocios políticos; el municipio, el estado y el país mismo no cambiarán y seguirán en su mayoría los políticos viviendo en el mundo de vicios mentales.
Y como muestra ahí les va otra: los partidos PRI, PAN, PRD, PT Y UDC y el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana firmaron un acuerdo junto al Instituto Coahuilense de Acceso a la Información, mediante el cual estos partidos adquieren compromiso en la transparencia en sus gastos de precampañas y campañas, así como otros gastos fuera de éstas, el documento sigue y sigue, y sigue con puros ramilletes de buenas intenciones simuladas, todo un pacto de hermanos lobos, pactos que ni al mismo y santísimo San Francisco de Asís en un momento dado lo respetarían, un santo que el hermano lobo sí respetó.
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