Ahora que las patadas, gruñidos, traiciones y venganzas están de moda (reafirmando que siempre estuvieron vigentes), en el añoso partido que durante siete décadas impuso el autoritarismo e instaló su hegemonía, que entre otras cosas fue la fábrica más grande de miserables y como perversa paradoja produjo miles de personajes que como millonarios transitan por la alfombra roja de la política nacional y como consecuencia viven en la frivolidad de la vanidad, éstos y muchos priistas son los que ante estos pleitos de la cúpula ahora se rasgan las vestiduras y su extravío no los deja ver más allá de sus tótems y hasta pierden la memoria al olvidar a sus corruptos antecesores cuando ocuparon algún puesto ya sea por elección o de rebote incluyendo el nepotismo.
La historia por el poder en México es sencilla, todos estos personajes priistas quieren estar sentados en la Silla del Águila y desgraciadamente para ellos sólo hay una silla y ése parece ser el problema que nadie quiere ser el segundo, la ambición se apropió de ellos y su desmedida corrupción como pus sale a flote en donde se le pinche.
Ahora resulta que Arturo Montiel y su familia desviaron por ahí unos millones de pesos que aparecen en algunas cuentas bancarias y que van desde los 14 millones de pesos hasta sumas más grandes en billetes verdes, así como propiedades lujosas en lugares paradisíacos, Acapulco, Valle de Bravo, etc.
Pero el pueblo reitera ¿de qué se asombran estos priistas?
¿Que ya no sea acuerdan de Miguel Alemán Valdés, de Luis Echeverría Álvarez, de José López Portillo, quien decretó el nepotismo y de ahí en adelante hasta Ernesto Zedillo Ponce de León, aquel presidente mansurrón que pareciera que la Virgen le hablaba y salió más rico que Mc Pato, con la autoventa de Ferrocarriles y desde luego el orgullo y ejemplo de casi todos los priistas Carlos Salinas de Gortari, que como los Bandidos de Río Frío o el mismo Tigre de Santa Julia, de gallina pa´bajo no dejaba nada.
Esto sólo es un botón de la extensa mercería en la política nacional y sobre todo en este partido (PRI), aunque aclarando, los otros partidos no roban más por la sencilla razón que no se les presenta la oportunidad, en un país que según parece, la política es la mejor profesión y un negocio que no ofrece riesgos, sólo tropiezos en las mismas luchas de los cuentachiles de sus correligionarios dentro de un país secuestrado por “gánsters” de la talla de Roberto Madrazo Pintado, Elba Esther Gordillo, (la profesora rural más rica del mundo), Arturo Montiel, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Chuayffet, los Enriques Martínez y Jakson.
A esto le podemos agregar un carrusel de vividores y chupadores del dinero del pueblo que en cualquier convoy con banderas desplegadas y que les ofrezca una situación halagadora se pueden montar, el caso de los líderes es igual, ya que casi todos los sindicatos (CNC, CTM, CNOP, SNTE, FESSTE, STSS, etc.) son parte del corporativismo y viven bajo la tutela del sistema caduco impuesto por el PRI y con él hasta la ignominia...
Son muchas las afrentas que el pueblo ha sufrido por culpa de los deshonestos funcionarios que a sus puros pantalones y su mal entendida fatuidad ha impuesto la cúpula del PRI en lo ancho y largo del territorio mexicano, importándole poco o nada lo que estos servidores públicos dejan de hacer o servirse a su antojo, miasmas cometidas por cada monifato que incrustados en muchas administraciones evidencian la conducta corrupta que estoicamente los ciudadanos tenemos que soportar, por temor, por ser agachados y muchas veces simples cómplices silenciosos.
El PRI como partido en sus estatutos y sus preceptos es bueno, aquí el problema son muchos de sus afiliados y adherentes que con sus actos de corrupción, pugnas y anomias lo descomponen, como el caso de Madrazo, Gordillo y Montiel en un descarado y sinvergüenza zafarrancho de combate, donde las ansias del poder les ganaron y su ambición no tuvo límites y una vez más queda comprobado con estos inextricables y perversos hechos que a este partido (PRI) el pueblo (entiéndase México) le importa menos que un cacahuate despanzurrado en la banqueta...
Y la pregunta a los priistas que como funcionarios viven en la corrupción... ¿de qué se asombran porque Arturo Montiel robó o tomó dinero del pueblo, si parece ser la rasante y costumbre de los políticos nacionales?
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