Buenos Aires, (EFE).- Un argentino llevó a juicio a dos médicos bajo la acusación de haberle lesionado en una operación de elongación del pene, pero los jueces rechazaron la demanda al considerar que al hombre le quedó una cicatriz común en estos casos.
La Cámara del Crimen de Buenos Aires sobreseyó la causa y culpó al querellante de los problemas que tuvo después de ser operado, informaron fuentes judiciales citadas por la agencia estatal Télam.
En agosto de 1999, Sergio, un vendedor de alfombras, acudió al Círculo Argentino de Sexología para informarse acerca de la operación de elongación peneana a la que quería someterse.
Según las fuentes, una médica le informó de los costos y le comentó que la intervención quirúrgica era simple y le permitiría tener "como mínimo una elongación de cuatro centímetros".
El vendedor fue operado en septiembre y a las 24 horas recibió el alta con la recomendación de que no podía realizar esfuerzos físicos como el que implicaba su trabajo.
Tiempo después, tras haber tenido algunos inconvenientes derivados de la intervención, el vendedor llevó a juicio a los médicos disconforme con los resultados de la operación.
En el fallo conocido hoy, los jueces consideraron que Sergio desoyó los consejos médicos ya que continuó con su trabajo normal, según reconoció durante la investigación, y que incluso dejó de concurrir a los controles médicos sugeridos.
Los jueces indicaron además que la cicatriz que presenta el querellante es "una consecuencia lógica de una intervención quirúrgica" y al confirmar el sobreseimiento del caso precisaron que una resonancia magnética había determinado que la estructura del pene no estaba dañada.
Respecto a la posible estafa a su patrimonio denunciada por Sergio, el fallo destacó que "las obligaciones médicas son de medios y no de resultados", por lo que aseguró que serían "ilógicas las promesas en tal sentido".
