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MÉXICO, DF.- El jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, consideró ayer que sería un acto de represión política y un exceso si se concreta la acusación de homicidio culposo en contra Marcelo Ebrard por el caso Tláhuac. Confió en que las autoridades actúen con responsabilidad y las llamó a no utilizar a las instituciones de manera facciosa.
El titular del Ejecutivo local ironizó al cuestionar la poca seriedad con que se están manejando las filtraciones sobre lo que pasará en este caso, en el cual están tratando de imputar responsabilidades tanto a Ebrard, ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, como a Gabriel Regino, subsecretario de la dependencia.
“Porque también le han dado largas, todo es puro cuento, pura filtración, no manejan seriamente las cosas, decían, por ejemplo, filtraron, que en diciembre iban a cerrar el expediente para consignarlo al juez, pasó diciembre. Decían que en esta semana, ahora están hablando de que se van a llevar 15 días más.
“¿Por qué están administrando la averiguación? ¿Que no quieren ahora consignar a Marcelo porque está en debate lo del secretario de Seguridad Pública del Gobierno Federal (Ramón Martín Huerta)? ¿Qué creen que nos estamos chupando el dedo?”, cuestionó.
Por tal motivo, el jefe de Gobierno reprobó de nueva cuenta que por consigna se le retiren los derechos políticos a un ciudadano y añadió que no se necesita ser abogado para saber que se trata de una maniobra política, pues es posible darse cuenta de ello con un poco de luz en la frente y sentido común.
En función de lo anterior, el político tabasqueño dijo que es necesario revisar la Constitución, para evitar que con la sola consignación una persona pierda sus derechos políticos.
“Por eso estoy proponiendo que se revise la Constitución, porque imagínense que todo el que tiene alguna aspiración política, si no es bien visto por el procurador o por el presidente de la República ya chupó faros”, aseveró.