El presunto asesino es consignado por el delito de homicidio simple doloso.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Tortura y detención arbitraria, fue señalada, dentro de la declaración preparatoria ante el juez penal, por un ejidatario, que fue consignado por homicidio simple doloso, en agravio de su cuñado.
A las 13:00 horas del viernes dos de septiembre, se desahogó la declaración de Rubén Mercado Delgado, de 26 años, acusado de haber dado muerte a Juan Antonio Mejía Ramírez, de 27 años, ambos residentes del ejido Gilita, municipio de Viesca.
De entrada, el presunto dijo que fue retenido contra su voluntad desde el 28 de agosto del presente, cuando regresaba a su casa un camión, luego de su jornada de trabajo. En el Juzgado se supo que la consignación se hizo el 30 de agosto y la orden de aprehensión se cumplió el primero de septiembre.
Rubén asegura que fue obligado a firmar un documento que nunca leyó, y días después le informaron que sería trasladado al Centro de Readaptación Social (Cereso).
Sobre los hechos, el presunto homicida señala que, el día de la muerte de Juan Antonio, los dos estuvieron tomando durante el día. Negó cualquier responsabilidad sobre la muerte de su cuñado y sostiene que desconoce cómo perdió la vida.
El señalado dijo que cuando iban en la camioneta de Juan Antonio de regreso a casa, en el entronque con Flor de Mayo, se descompuso el vehículo y esperaron a que pasara alguien para pedir ayuda. Por el lugar pasó el chofer de un camión, que conoce como Demetrio, platicó con su cuñado y se fue.
Rubén le dijo a Juan Antonio que iba a un establo cercano para ver si le prestaban el teléfono y pedir ayuda. En el lugar no pudieron hacer el favor y cuando regresó a donde estaba la camioneta no vio a su cuñado y pensó que estaba entre los mezquites.
Después comentó que unas personas pasaron en una camioneta y lo llevaron a Flor de Mayo, mientras Juan Antonio esperaba, al llegar al poblado, dos mecánicos, Gilberto Garza y Víctor Ríos, lo acompañaron en una camioneta chica al lugar.
Cuando llegaron no estaba ya Juan Antonio y los mecánicos trataron de encender el vehículo en directo, y al escuchar la unidad, se dieron cuenta que había problemas con la bomba de la gasolina, por lo cual recomendaron remolcar el vehículo y se retiraron del lugar.
Mercado Delgado dijo que se subió a la cabina de la camioneta y fue hasta que pasó su amigo Lucio con su esposa, cuando les explicó todo lo ocurrido y con un alambre de púas, remolcaron la camioneta y en el camino a La Rosita, encontraron el cuerpo sin vida de Juan Antonio.
Será hasta el próximo miércoles siete de septiembre, cuando vence el plazo para decidir la situación legal del inculpado, quien tiene oportunidad de presentar todas las pruebas posibles a su favor, para ser valoradas por el juez y decidir en consecuencia.
