EL SIGLO DE TORREÓN
SALTILLO, COAH.- Los guardias de seguridad al servicio de Transportación Ferroviaria Mexicana tiraron de un tren en marcha a la joven guatemalteca Maritza Barrios debido a que ésta no accedió a sus pretensiones sexuales.
Lo anterior forma parte de las declaraciones que la indocumentada, que convalece de la amputación de su pierna derecha, a dicho a la Comisión Diocesana de Derechos Humanos, cuyos abogados presentaron este lunes la denuncia penal por los hechos.
Así, el Ministerio Público tiene conocimiento de que los policías privados de la empresa Copssa, la cual presta sus servicios de seguridad a Transportación Ferroviaria Mexicana (TFM), intentaron violarla, la joven se defendió y sus victimarios la golpearon hasta lanzarla a las vías del tren. Las lesiones ocasionadas con la caída llevaron a los médicos que la atienden a amputarle su pierna derecha.
?Le quisieron hacer tocamientos obscenos, ella se quiso defender? le decían que la iban a violar, que la iban a matar, después la aventaron del tren y cuando cayó rebotó hacia las vías y fue cuando se fracturó?, explicó el abogado Javier Martínez Hernández, justo después de presentar la denuncia penal de hechos ante la Procuraduría General de Justicia en el Estado.
Dijo que si bien es cierto la joven indocumentada que viajaba de mosca (sin permiso) en uno de los vagones de carga de TFM no ha identificado plenamente a sus agresores, sí está conciente de que eran dos o tres sujetos con uniformes de la empresa Copssa, encargada de vigilar las vías concesionadas a la firma ferrocarrilera.
Martínez Hernández señaló que en San Luis Potosí Maritza abordó el ferrocarril junto a otros centroamericanos que también pretendían llegar a Piedras Negras, ciudad coahuilense fronteriza con Eagle Pass, Texas.
La lesionada ha relatado que en el tramo comprendido entre los ejidos La Angostura y Carneros, unos 20 kilómetros al sur de Saltillo, fueron sorprendidos por los policías privados quienes primero les quitaron el poco dinero que traían, después los golpearon y amenazaron.
Cuando se percataron que Maritza era la única mujer, relató el abogado, quisieron abusar sexualmente de ella y después vino el desenlace del cual se ha dado cuenta.
La guatemalteca se encuentra en el Hospital Universitario de Saltillo, donde los médicos no tuvieron más remedio que amputarle la pierna derecha a partir de la rodilla, debido a que presentaba múltiples fracturas expuestas.
?Pero además está golpeada en la cabeza y en la cara y por si fuera poco su estado de ánimo es mucho muy delicado, está psicológicamente traumada?, añadió el padre Pedro Pantoja Arriaga, coordinador de la Pastoral Social de la Diócesis de Saltillo e histórico defensor de los migrantes centroamericanos.
