por joel flores maltos
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Cansado de lo que considera una auténtica porquería en lo que se refiere al manejo de la H. Comisión de Box y Lucha Libre de Torreón, Jesús Reza García, mejor conocido en el ambiente luchístico como ?Chuchú? García o El Rebelde, denunció públicamente una serie de irregularidades que a su consideración afectan seriamente a un deporte que a él, en su persona, y a otros elementos les dio todo para alcanzar un nivel de vida digno.
Reza García ha colaborado por espacio de un año como comisionado, tiempo en el que ha podido comprobar la lacra en que se ha convertido un deporte que en otros tiempos era orgullo de La Laguna y todo México.
Como responsable de estas anomalías, el internacional ex gladiador torreonense señala directamente a Ramón Luján, quien hasta hoy nada ha hecho para terminar con todas las situaciones que en su momento él mismo denunció y que fueron causa de que fuera destituido de ese puesto después de varias décadas el ingeniero José de la Luz Noriega.
?El paquete le ha quedado grande, ya que no tiene la personalidad ni el carácter para hacer valer su autoridad como tal, amén de que tampoco ha contado con el respaldo de la propia autoridad municipal en las pocas ocasiones que ha querido imponer el reglamento?.
Dijo el entrevistado que cuando Luján ha querido hacer valer el reglamento, basta que el afectado levante la voz para opacar su autoridad y así evitar ser sancionado, ya sea luchador o empresario.
Respecto al desempeño de Ramón Luján como principal ?autoridad? en materia de lucha libre, dijo que lamentablemente ha traicionado los principios que tenía hasta antes de asumir el puesto, ya que al no poder meter en cintura a empresarios y elementos, finalmente hizo alianza con ellos, de ahí que hoy se permita toda serie de irregularidades en las arenas laguneras, entre las cuales se encuentran las siguientes:
Respecto a los novatos que se integran a la plantilla de luchadores laguneros, dijo que antes que nada deberían presentar un examen de conocimientos y capacidad técnica, además de confirmar si están en óptimas condiciones psicológicas, a fin de demostrar si se encuentran realmente aptos para ejercer como profesionales, pero lamentablemente esa práctica no se lleva a cabo y resulta que el pancracio se encuentra inundado de personas que ignoran por completo el abecedario de la lucha libre.
Recordó que hace unos días se presentaron en las oficinas dos personas, un empresario y un luchador, ambos con la intención de conseguir licencias para sus acompañantes, sin que para ello mediara ninguna prueba o garantía que avale que se trata de individuos capacitados para desempeñarse como gladiadores profesionales.
Destacó ?Chuchú? Reza García que en ambos casos a simple vista se veía que se trataba de individuos con algún trastorno psicológico y una dudosa capacitación técnica, lo cual significa que son lanzados al ring con un alto riesgo de sufrir un accidente o generar un problema para los demás elementos.
Dejó en claro la urgente necesidad de volver a los tiempos de antaño, cuando un aspirante a luchador profesional era examinado en forma exhaustiva por un cuerpo de sinodales, y para conseguir su licencia debía hacer un excelente examen en muchos aspectos a los gladiadores.
?Para que un elemento logre este objetivo debe pasar al menos tres años en un intenso proceso de preparación, donde aspectos como la condición física, tumbling y pesas, además de adquirir firmes bases en los estilos de lucha olímpica, grecorromana, intercolegial y libre, harán de cada atleta un auténtico deportista?.
Afirmó que hoy en día los luchadores tienen todo en charola de plata, situación que les hace mucho daño, ya que les quita el hambre de triunfo, de ser mejores cada día y de entregarse al gimnasio, donde forjarán su cuerpo y su carácter.
?El trabajo continuo de un luchador rinde frutos, le abre puertas, le genera buenas amistades y la posibilidad de obtener otros empleos, de proyectarse en el plano internacional, de aspirar a mejores remuneraciones y, desde luego, lograr un mejor status social en la vida.
?Lamentablemente, una buena cantidad de los muchachos de hoy son vagos, gente sin aspiraciones serias e importantes, que se conforman con subir a un ring, pero sin comprometerse con esta bella profesión, se conforman con ser mediocres y no ven el trabajo como una profesión que les puede representar la posibilidad de un digno nivel de vida para ellos y sus familias?.
El Rebelde considera que la imagen que se proyecta sobre el ring, y aun debajo de éste, representa mucho en la vida de cualquier luchador. ?La gente se fija en detalles que el gladiador no toma en cuenta y ello contribuye a que se tenga o no aceptación entre el público, que al final te convierte en ídolo o te olvida en muy poco tiempo?.
Lamentó que muchos de ellos no sepan lo que es la lucha libre o la importancia de contar con su licencia para desempeñase en un ring. ?Hoy no saben nada de lucha libre y menos aún lo que significa la palabra profesionalismo, sencillamente ignoran lo básico de un noble deporte como este?.
Consideró inaudito que para la operación de la oficina no se cuente al menos con la papelería necesaria, no obstante que por concepto de multas se tienen ingresos semanales por mil pesos, además de que por otorgar el permiso para las funciones se reportan entre 500 y 600 pesos, lo que da un total de 1,500 pesos.
?Los comisionados no cobramos sueldo y los ingresos que se generan son entregados al presidente Ramón Luján, todo ello mediante los recibos que entregamos al cobrar las multas respectivas, lamentablemente hasta ahora ni siquiera nosotros sabemos cuál es el destino que se da a ese dinero?.
