EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Habitantes del fraccionamiento residencial El Salvador, denunciaron los presuntos fraudes que cometen empresas constructoras que, “amparadas en la Cámara Nacional de Industriales de Vivienda (Canadevi)”, comercializan viviendas edificadas con materiales y sistemas de ínfima calidad y seguridad, en las cuales al mes de ocuparlas, les aparecen infinidad de “vicios ocultos”.
Desarrollos de fraccionamientos residenciales privados, con áreas verdes, acabados de primera y vigilancia, son sólo conceptos de mercadotecnia que aparecen en folletos de venta y en las ferias de la vivienda, pero la realidad es otra bien diferente, aseguran miembros de la Asociación de Colonos del fraccionamiento residencial El Salvador.
Afirman que las casas que comercializan por lo menos diez constructoras locales, son realmente espacios “pequeñísimos”, pintadas en colores llamativos, ubicadas en sectores áridos, con pavimento desmoronado, jardines que sólo quedan en la imaginación y en montones de tierra con maleza, así como fugas de agua potable por doquier.
Ni la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ni alguna otra autoridad han frenado las acciones de estas constructoras que hacen las casas que quieren, en moldes, con varillas, llaves, sistemas de agua, drenaje y tinacos de pésima calidad y no hay ningún organismo que les audite el producto que luego ponen en el mercado y por el cual los trabajadores duran pagándolo, toda una vida, afirman Miguel Ríos, Ana Luisa Ramírez, Jorge Gallegos y María Eugenia Tatay, representantes de la citada asociación.
Dicen que denunciaron nuevamente a la constructora Viviacol, por incumplimiento en los contratos de venta de viviendas del fraccionamiento El Salvador, donde viven más de 250 familias que compraron las casas con crédito Infonavit.
Para ellos, es fraudulenta la estrategia de venta de ésta y otras constructoras que, amparándose en la Canadevi, se protegen unas a otras.
Desde finales del año pasado, estos colonos se quejaron contra la constructora de Salvador y Edgar Acosta por las grandes lagunas que se formaban en las acunetadas calles principales, por las fugas en decenas de viviendas, porque los tinacos no funcionaron y cada familia tuvo que arreglar las válvulas “check”, o cambiar las instalaciones de agua potable.
También la queja fue porque la entrada al supuesto fraccionamiento privado no fue tal y al contrario, en vez de una barda de protección, son tiraderos de basura, maleza y escombro, lo que constituye la fachada.
Estos meses han estado en pláticas con representantes de la constructora pero al obtener sólo promesas, aseguran que interpondrán como asociación legalmente constituida, una demanda por fraude.
Persiste el problema.
A finales del año pasado, habitantes del fraccionamiento residencial El Salvador, construido por la empresa Viviacol, se quejaron de los “vicios ocultos” que surgieron en varias viviendas. A más de medio año, vuelven a denunciar el incumplimiento en los contratos de venta de parte de la constructora en lo siguiente:
· Pavimento que se desmorona.
· Las calles están acunetadas.
· Abundan las fallas en el sistema de agua potable.
· Los tinacos no funcionaron y hubo necesidad de que cada comprador los arreglara.
· Las áreas verdes son sólo montones de tierra.
· Prometió la empresa construir una barda porque el fraccionamiento se supone es privado.
· La entrada al lugar está llena de maleza, escombro, basura y sin alumbrado.
· En estos meses ha habido pláticas con representantes de la constructora pero sin resultado.
· Ahora la constructora será demandada por fraude.
FUENTE: Asociación de Colonos del fraccionamiento El Salvador
