Seguidores de todo el mundo expresan sus inquietudes al grupo.
El País
MADRID, ESPAÑA.- Llegar hasta Depeche Mode en un hotel del centro de Londres es como alcanzar el corazón de un búnker. Seguridad, ascensor, porteros, otro ascensor, gente del exquisito sello Mute (aparte de Depeche, llevan a Nick Cave), pasillo, otros periodistas, otro pasillo, habitación y, al fondo, sentados en un pequeño sofá, entre el séquito personal y de prensa que se va yendo, Martin L. Gore (compositor, guitarra, teclados) y Andrew Fletcher (teclados, bajo), esperan con la cazadora puesta.
Martin, por tener, tiene hasta un gorro de lana. Con restos de cansancio en la cara y las uñas pintadas de negro hojea un ejemplar de Rolling Stone de septiembre con el reportaje de los 500 mejores discos de la historia. ?¿Cuántos de Depeche??, pregunta. Glups. Uno. Violator. ?¿Y en qué puesto??. ?Pues... en el 342, creo?. Con indolente desapego musita: ?Menuda porquería?, y arroja la revista a la mesa.
Treinta preguntas recolectadas de entre fans de todo el mundo gracias al curro de los clubes de admiradores de España, que agotaron en horas las entradas para sus cuatro conciertos (Barcelona y Madrid) de febrero. En dos horas sale el avión que les llevará a Berlín, a seguir con la ronda de entrevistas para hablar de su último -y undécimo- álbum de estudio, Playing the Angel (17 de octubre), que debería haber salido hace casi un año, pero que se ha ido retrasando por problemas de la banda, como las peleas por el liderazgo entre Dave Gahan (cantante, que ha logrado colar por primera vez tres temas suyos en el disco) y Martin, o el divorcio de este último.
Toca ser concisos: a pregunta por minuto. Andrew, menos sombrío, suelta una gracia para romper el hielo: ?Sí, no, sí, sí, no, quizá, no. Ya está. Terminamos?. Tras la obligada risa, la grabadora se enciende.
España, del infierno al cielo
-¿Cuál es vuestra canción y álbum favoritos? (Yahid, Tánger, Marruecos).
Surrender y Home, aunque mañana te diría otras. Y el disco, Violator (Martin). Mmmmmm. ¡Difícil! Will Be My Eyes sería el tema. Y el disco... Violator. Y el Black Celebration (Andrew).
-Un amigo mío dice que Violator le parece el mejor disco de la historia para hacer el amor...
Ja, ja, ja. ¡Se lo tendré que decir a mi mujer! (Andrew). Tú que tienes, ¡afortunado! Aunque deberías ponerle uno de Destiny?s Child, ¿no? (Martin, irónico).
-Cuando Vince dejó la banda (1982), Martin comenzó a escribir letras más depresivas y el sonido se oscureció. ¿Les influyó el post-punk más siniestro? ¿Escuchaban a Cure, Siouxsie and The Banshees o Joy Division? (Iván, Valencia, España).
Sí, nos gustan esas bandas, pero no nos influyeron. Cuando Vince se fue hicimos Broken Frame, cuyas letras eran parecidas a las suyas. Fue después cuando nos volvimos más oscuros (Martin). A principios de los 80 íbamos a clubes donde sonaban los Cure de Three Imaginary Boys y Bowie. Pero nos influyó más la electrónica de Kraftwerk (Andrew). Y a mí, a la hora de componer, clásicos como Lennon, Leonard Cohen o Neil Young. ¡Hay que apuntar alto! (Martin).
-Martin, ¿has aprendido algo de teoría musical en estos 25 años? (GoreDevotee, Milán, Italia).
(Se ríe). Comencé a tocar la guitarra cuando tenía 13 años y nunca recibí clases de música. ¿Por qué?, ¡si soy tan bueno!
-¿Cómo creen que los han tratado medios y fans españoles? (Luis, Valencia, España).
No sabemos mucho de los medios españoles. Al principio no les gustábamos mucho. Pero ahora sí. Y los fans, siempre geniales. En el 83 dimos una rueda de prensa en Madrid y lo único que nos preguntaban era: ¿Qué hacéis aquí? ¿Por qué existís? En esa época, la electrónica no era música... Un año antes, dimos en Madrid nuestro primer concierto, en la sala Rockola. Imagínate. Hubo un punky que escupió a Dave... ¡Y éste le devolvió el golpe con el pie de micro! Dos años después todo cambió. Llegamos al aeropuerto y vimos un montón de fans (Andrew).
-En el 92 vivieron en Madrid. ¿Cómo recuerdan la noche madrileña? ¿Alguna anécdota? (Ana, Valladolid, España).
Bueno, en un club (sala Morocco) tuvimos una pelea con unos moteros que parecían de los Ángeles del Infierno. Pasamos miedo. El promotor español tuvo que mediar. ¡Y lo peor es que los moteros sabían quiénes éramos! (Andrew).
-¿Qué opinión tienen de estos programas que triunfan en todo el mundo tipo Operación Triunfo? (Guille, Valencia, España).
¡No me gustan nada! Pero en fin, mis hijos lo ven (Andrew). Sí, yo también trato de evitarlos. Es música prefabricada, que parece ser lo que gusta entre la gente... Y siento decir que mis hijos también están enganchados (Martin).
La gira y las letras depresivas
-Tras 25 años, ¿han cambiado mucho la forma de ver el mundo? (Gonzalo, Valencia, España).
Por supuesto, lo haces. Antes éramos muy jóvenes e inocentes (Andrew). Todos, o casi todos, maduramos con el tiempo. Pero hay cosas que no cambian. Cuando me miro en el espejo, todavía veo a alguien bastante depresivo. Y eso se refleja en las canciones (Martin).
-Martin, para componer, ¿prefieres estar triste o alegre? (Homeless, Londres, Inglaterra).
¡Triste! Además, me resulta muy difícil escribir temas alegres, aunque hay un elemento de esperanza y de vida en mis canciones. Yo me siento al piano, juego con ordenadores, creo atmósferas con sintetizadores... y canto lo que me sale del alma. No escribo poesía a la que pongo música. Todo surge al mismo tiempo.
-Hay una parte de sus fans que creen que Depeche, en Ultra y Exciter, se ha convertido en una máquina de hacer dinero... ¿Qué piensan de esto? (Yamuza, Sevilla, España).
Todo el mundo puede opinar lo que le da la gana. A lo largo de nuestra carrera hemos tenido muchos tipos de fans, y muchos nos dejan cuando no les gusta... Pero, vamos, los dos discos que dices se vendieron mucho (Andrew).
-Y en cuanto a la gira 2005-2006, ¿es verdad que dejarán a fans de todo el mundo elegir los temas que van a tocar? (Carlos, Barcelona, España).
Imposible. ¡No tenemos seis millones de canciones! Para nosotros es difícil hacer la lista de temas, ¡tenemos tantos que nos gustan! Y no hay tiempo para tocarlos todos (Andrew). Más o menos sabemos qué canciones quiere cada público. Y sobre todo hay diferencias entre estadounidenses y europeos (Martin).
-¿Y por qué no se dejan ver más por Latinoamérica y Asia? (Juan Sebastián, DF, México, y Kazoo, Delhi, India).
Ya veremos. Si lo pasamos bien fuera de casa, lo alargaremos (Martin). Definitivamente vamos a México. O no, pon esto: a lo mejor, definitivamente, vamos a México (Andrew).
-¿Por qué no tocan más temas de los 80? ¿No estan tan contentos con sus primeros trabajos? (Félix, Valencia, España).
Nos encanta lo que hicimos al principio de los 80 y lo que hemos hecho siempre. En esta gira queremos hacer un repaso a toda nuestra carrera, aparte de centrarnos en el último disco, Playing the Angel (Andrew).
-¿Podrían desvelar dos o tres sorpresas de esta gira? (Álex, Granada, España).
¡Todo será una sorpresa al estrenar nuevo álbum! El escenario lo ha creado el fotógrafo Corbjin otra vez. No te podemos decir mucho porque no lo hemos visto. Pero estará muy bien, diferente al Exciter y al Devotional. No utilizaremos película esta vez? pero usaremos imágenes, luces, efectos increíbles... (Martin).
-¿Volverá a rodar Anton Corbjin un videoclip de DM? (Rober, Madrid, España).
Ni idea. Ahora trabajamos con el alemán Uwe Flade. Anton ahora está muy ocupado dirigiendo una película sobre la vida y muerte de Ian Curtis (Andrew).
-¿Por qué no tocan más en estadios, como en los viejos tiempos? (Guillermo, Buenos Aires, Argentina).
Depende de si la gira es en invierno o verano. Casi siempre las hacemos en invierno, y con el frío que hace... Recuerdo un concierto al aire libre en Hamburgo en el que llovió a mares. ¡Nunca más! De lo que me alegro es de tocar en Barcelona (diez y 11 de febrero, el seis y siete en Madrid). Así podré ir a mi casa con amigos (Andrew tiene una mansión en Sitges).
-¿Se han planteado alguna vez un concierto acústico? (Erik, Olso, Noruega).
Hombre, no es la manera en la que trabajamos. Quizá cuando estemos aburridos. Ahora utilizo más la guitarra que la computadora. Y en el estudio grabamos cinco o seis temas acústicos, que se podrán oír en un futuro dvd (Martin).
Un disco contundente y denso
-Su último disco es más oscuro, denso y difícil que el anterior, Exciter (2001). ¿Esta vuelta a las raíces es deliberada? (Jaime, Santiago, España). ¿O es la mano del nuevo productor, Ben Hillier? (Nikkala, Gotemburgo, Suecia).
A mí no me parece tan oscuro... Y no sé por qué la gente se empeña en compararlo con nuestros primeros discos. Es distinto, punto. Y quizá más parecido al Exciter de lo que muchos creen (Martin). Ahora, que Hillier sí que ha marcado diferencias con otros productores anteriores. No vino con ideas preconcebidas. Ha trabajado con gente muy distinta (Blur, Natalie Imbruglia) y no nos daba el punto de vista de un fan (Andrew).
-¿Y creen que este será el último ?o uno de los últimos? discos de su carrera? ¿O piensan convertirse en los Rolling Stones de la electrónica? (David, Valencia, España).
Claro que sí, éste es nuestro último álbum... (Andrew se ríe). No decimos que sea el último ni lo contrario, qué más da... Si se crean las condiciones habrá más. ¿Nos vemos juntos en diez años? Sí y no. Tenemos el álbum, la gira y veremos a ver qué pasa después (Martin).
-Ésta es para Martin. Desde Exciter has vivido ciertas dificultades. Un divorcio, peleas con Dave, el cantante. ¿De qué manera influyeron estas experiencias en los temas del disco? (Jenny, Boston, EU).
No me siento como que hubiera pasado un mal tiempo en la banda en los últimos años. Exciter fue un buen álbum e hicimos una gira excelente. Siempre me ha parecido positivo estar en Depeche. También es verdad que el divorcio, que ha sido un largo proceso de más de un año, no resultó nada fácil. Y claro que esto influyó en el disco, en canciones como el single Precious (En este tema, envuelto en una melodía diáfana y bailable, que contrasta con la densidad del resto de las canciones, se puede oír: ?Las cosas se dañan, las cosas se rompen,/ pensé que seríamos capaces, pero nos faltaron las palabras que nos quebraron/, ¡quedaba tan poco por darnos!?).
-Y tu carrera en solitario (Martin publicó Counterfeit2 en 2003, un mes antes que el Paper Monsters, de Dave Gahan), ¿también ha influido? (Sonja, Minsk, Rusia).
No lo creo. Pasó tiempo entre los dos trabajos. Para éste me encontraba más fresco y entusiasmado.
-En el disco hay, por primera vez, tres temas de Dave Gahan. ¿Pidió ayuda a Martin para componerlos? ¿Llegará a haber un tema compuesto por vosotros dos en el futuro? (Condemned, Los Angeles, EU, y José, Madrid, España).
Aunque cada uno escriba en su casa, al llegar al estudio sí que colaboramos entre los tres y el productor. Da igual que la canción sea de Dave, al que ayudó nuestro batería Christian Egner, o mía. Y lo del tema a cuatro manos con Dave... Es posible, pero improbable (Martin).
-¿Te siguen inspirando temas sociales a la hora de componer? ¿Si tuvieras que hacerle una canción a algo que odiaras, de qué iría? (Inmaculada, Valencia, España).
¿Algo que no me gustara? ¡La muerte! Casi todas mis canciones tratan sobre las relaciones humanas, que es lo que más me afecta. ¿Qué tipo de relaciones? Da igual. Entre la gente (Martin). Homosexuales, heteros. ¡Lo que sea! (Andrew suelta una carcajada).