Un helicóptero estadounidense se estrelló anoche tras ser alcanzado por disparos efectuados desde tierra; fallecen los dos tripulantes de la aeronave.
Bagdad, (EFE).- El mando militar de EU en Irak confirmó hoy la muerte de los dos tripulantes de un helicóptero militar derribado por los rebeldes, mientras el Gobierno iraquí prepara la aplicación de un nuevo plan de seguridad para proteger Bagdad.
Según el Ejército estadounidense, el helicóptero se estrelló anoche tras ser alcanzado por disparos de armas automáticas efectuados desde tierra, en un área cercana a la conflictiva ciudad de Baquba, a unos 60 kilómetros al noreste de la capital iraquí.
"Dos soldados murieron cuando su helicóptero se estrelló cerca de Baquba el 26 de mayo", afirmó un comunicado militar estadounidense en Bagdad.
Otro escrito del Departamento de Defensa de EU indicó que el aparato derribado formaba parte de una patrulla junto con otra nave, que aterrizó en una base militar tras sufrir daños, y que ambos realizaban una misión de apoyo a las fuerzas de tierra cerca de la citada ciudad iraquí.
La cadena de televisión CNN indicó que el helicóptero derribado era un OH-58D Kiowa, una aeronave empleada para vigilancia y ataque, que tiene capacidad para dos tripulantes.
La muerte de los dos soldados eleva a unos mil 650 el número de militares estadounidenses que perdieron la vida en Irak desde el inicio de la invasión y posterior ocupación de este país árabe en marzo de 2003, de ellos al menos mil 260 en combate.
Baquba forma parte del llamado "triángulo suní", en el que figuran ciudades del norte y el oeste de Irak, cuya población es en su mayoría suní y donde se concentran los grupos insurgentes que atacan a las tropas de EU y las fuerzas de seguridad iraquíes.
La incesante campaña de violencia en Irak, que en las últimas cuatro semanas ha ocasionado la muerte de alrededor de 600 personas, ha llevado a las fuerzas iraquíes y estadounidenses a intensificar sus operaciones contra supuesto feudos de la insurgencia.
Más de mil marines y soldados, secundados por tropas iraquíes y apoyados por helicópteros y blindados, llevan adelante desde el pasado martes una amplia ofensiva en la ciudad de Hadiza, en la provincia de Al Anbar, fronteriza con Siria.
Hasta el momento se ha informado de la muerte de al menos 10 supuestos rebeldes y un soldado norteamericano en la operación de Hadiza, a unos 350 kilómetros al oeste de Bagdad, y donde las tropas buscan casa por casa a insurgentes y armas.
Esta operación, llamada "Nuevo Mercado", es la segunda de este tipo en el oeste de Irak desde principios de mayo, cuando las fuerzas estadounidenses lanzaron otra similar en Al Qaim, también en Al Anbar, durante la cual murieron más de cien presuntos insurgentes y nueve soldados norteamericanos.
Según fuentes militares, el principal objetivo de estas ofensivas es "perseguir, detener o acabar con los terroristas", y reducir así los ataques con coches bomba que los insurgentes lanzan a diario en la capital, especialmente contra policías y responsables del nuevo Gobierno iraquí.
La autoría de la mayor parte de esos ataques suele asumirla la llamada "Organización Al Qaeda para la Guerra Santa en Mesopotamia", que lidera el jordano Abu Musab al Zarqawi, por cuya cabeza EU ofrece 25 millones de dólares.
Para estrechar aún más el cerco sobre los rebeldes, el ministro iraquí de Interior, Bayan Yabr, dijo el jueves que la Policía y el Ejército de Irak finalizan un plan para proteger Bagdad, con el que, afirmó, "cambiamos nuestra posición de la defensa al ataque".
Yabr explicó que el plan, en cuya aplicación participarán 40.000 soldados y policías, será puesto en práctica en los próximos días, y "una semana después aplicaremos uno similar en Al Abnar".
