Internacional Jeffrey Epstein Chile Israel-Palestina Donald Trump Narcotráfico

Desafía Norcorea a Estados Unidos

El régimen comunista culpó a EU del deterioro de la situación en la península de Corea y de desatar la crisis del programa nuclear norcoreano.

Seúl, (EFE).- Corea del Norte desafió hoy a Estados Unidos a que adopte "una política de coexistencia pacífica" y renuncie a sus acciones hostiles en la península coreana, como el reciente despliegue de bombarderos capaces de portar armas atómicas.

En un mensaje publicado en el oficialista diario "Rodong Sinmun" y difundido por su Agencia Central de Noticias (KCNA), el régimen comunista culpó a EU del deterioro de la situación en la península de Corea y de desatar la crisis del programa nuclear norcoreano.

Las nuevas críticas lanzadas por el Norte arrojan otra sombra sobre el incipiente optimismo emanado de los contactos que el lunes pasado mantuvieron diplomáticos norcoreanos y estadounidenses en la sede de la ONU en Nueva York.

"EU dice que no tiene intención de atacar nuestro país, pero, si esto fuera verdad, entonces debería modificar su política hostil y transformarla en una política de coexistencia pacífica con Corea del Norte", indicó el mensaje de la cúpula norcoreana.

Según el comunicado, en los últimos tiempos EEUU ha insistido en "reforzar sus acciones agresivas hacia la República Democrática Popular de Corea" (Corea del Norte), aunque "sin fruto alguno".

El diario y la KCNA criticaron, en concreto, el reciente despliegue, a finales de mayo y principios de junio, de quince bombarderos "invisibles" F-117A Stealth en la vecina Corea del Sur.

Este tipo de aviones, con capacidad para llevar armas atómicas, puede alcanzar cualquier blanco militar en Corea del Norte antes de que Pyongyang pueda lanzar un contraataque contra el Sur o las unidades norteamericanas estacionadas en territorio surcoreano.

Según señaló hoy Pyongyang, esos aviones en Corea del Sur demuestran que EEUU "no sólo no ha modificado su política de hostilidad, sino que la ha reforzado".

Cuando se produjo el despliegue, el Pentágono explicó que ese estacionamiento de los Stealth en Corea del Sur estaba planeado desde hace tiempo y no respondía a la escalada de tensión en la península coreana, agravada desde febrero pasado.

El día 10 de ese mes, Corea del Norte anunció su retirada indefinida del proceso de negociación multilateral sobre su programa de armas nucleares y reconoció que dispone ya de bombas atómicas.

Poco después, a finales de abril, Estados Unidos señalaba a sus aliados en la zona, Corea del Sur y Japón, que el régimen norcoreano estaba preparando la prueba subterránea de un artefacto nuclear, según las imágenes proporcionadas por satélites espía.

Esta tensión parecía aliviarse con los contactos mantenidos el lunes pasado en Nueva York entre el enviado del Departamento de Estado norteamericano para Corea del Norte, Joseph De Trani, y el embajador norcoreano ante la ONU, Pak Gil-yon.

La Secretaría de Estado norteamericana indicó dos días después que en esas conversaciones Corea del Norte había manifestado su intención de volver a la mesa de negociaciones sobre su programa de armas nucleares.

Sin embargo, el miércoles, también a través de un mensaje transmitido por la KCNA, Corea del Norte matizó tal intención e insistió en que la reanudación de ese diálogo a seis bandas con Corea del Sur, EEUU, China, Rusia y Japón, "depende totalmente de Estados Unidos" y no de Pyongyang.

En ese comunicado de hace dos días, Corea del Norte calificaba al secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, de "estúpido" por mantener la estrategia de hostilidad hacia Pyongyang en medio de los esfuerzos diplomáticos de estas semanas.

Hoy, al igual que hizo el miércoles, el régimen comunista puso como condición obligada para su vuelta a las conversaciones multilaterales la renuncia por EEUU a esa "hostilidad" hacia Corea del Norte, manifestada también en las descalificaciones utilizadas por Washington contra Pyongyang.

En 2002, el presidente de EU, George W. Bush, afirmó que Corea del Norte, Irak e Irán formaban parte de un "eje del mal" que amenazaba la seguridad mundial.

Cuando en octubre de 2002, Corea del Norte dio a conocer la puesta en marcha del programa de procesamiento de uranio para armas atómicas, la prensa surcoreana indicó que este paso era la respuesta de Pyongyang a los continuos ataques de que era objeto en Washington.

La invasión de Irak en 2003 aceleró en Corea del Norte el desarrollo de las armas atómicas, ante el temor, destacado en numerosas ocasiones por Pyongyang, de que el régimen comunista era el siguiente en la lista de blancos norteamericanos, tras la caída de Sadam Husein.

Los descalificativos se reanudaron con mayor virulencia con la elección del nuevo equipo de exteriores del presidente Bush, reelegido en noviembre de 2004.

En enero pasado, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, calificó a Corea del Norte como "uno de los últimos bastiones de tiranía" en el mundo, apenas unos días después de que Bush indicara que el objetivo de su política exterior era eliminar esos reductos de dictadura.

Leer más de Internacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Internacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 153446

elsiglo.mx