El busto de Benito Juárez García se yergue en lo alto de la columna de cantera, con pintura recién aplicada. El rostro de color bronce del indígena que llegó a ser presidente de México está apacible, mirando al horizonte de la ciudad.
Hace apenas unas horas, los trabajadores retiraron el tejido de andamios que cubría este monumento erigido en el jardín ahora conocido por su nombre, y que por muchos años fue llamado Jardín Analco.
Durante el viernes y sábado, especialistas en restauración de monumentos resanaron la esfinge de metal del héroe mexicano, que tenía una mejilla sumida y varios orificios de bala que dispararon contra él hace meses.
Al pie del monumento hay sólo sobrantes de una pasta verde con tonos azules, al parecer de la que se usa para resanar vehículos. Hay también signos del tallado de cantera de las partes centrales del monumento.
Junto con las ráfagas de viento ayer llegaron alrededor de diez trabajadores municipales a acelerar la poda y el encalado de los árboles. Otros más recogen las ramas cortadas, y unos más, con herramienta de jardinería, le dan contorno a las áreas verdes.
El viento sopla y mueve a los verdes álamos y a los despellejados olmos en un incesante vaivén, entre el verde intenso del pasto y las hierbas que comienzan a probar la primavera.
Uno de esos trabajadores es Benjamín Rentería Santos, empleado de la Dirección Municipal de Servicios Públicos, que con una brocha encala los árboles. Calcula más o menos una altura de 60 ó 70 centímetros y de ahí para abajo comienza la aplicación de una mezcla preparada con cal, pencas de nopal y sal.
Esto, explica, permite que el encalado tenga una mayor duración y que sea efectivo contra animalitos que suben por el tronco de los árboles.
Pasa de la una de la tarde, y comienzan a salir los niños de la escuela primaria Miguel Hidalgo, que está enfrente. Hay algunos que se detienen para ver qué le hicieron al busto de Juárez, que lo ven diferente.
Los jardineros José Luis Soto Gurrola y Emilio Rojas, asignados a este jardín, también hacen labores de regado y limpieza. Recibieron esta ayuda porque mañana miércoles 16 de marzo, el gobernador Ismael Hernández Deras encabezará una ceremonia de desagravio al atentado que sufrió este monumento.
Ésta es la explicación de la movilización de trabajadores municipales en el jardín que también fue remodelado desde el año pasado. No obstante, se observan partes de tierra en lugar de pasto, y explican los jardineros que falta la siembra de pasto en rollo.
Soto Gurrola explica que hacen esfuerzos por recuperar el pasto en las áreas pelonas, han sembrado semillas, pero no brotaron, y poco a poco han ido sembrado ?guías? del mismo pasto que hay en el jardín, pero es un proceso lento.
En la remodelación del año pasado, se introdujo un sistema de regado automático; sin embargo, señalan que hay tubos que se dejaron al descubierto y resultaron quebrados, por lo que para echarlo a andar tendrán que hacerse las reparaciones en aquellos tramos que resulten con fuga.
Desde marzo del año pasado, los vecinos de este barrio se quejaban de lo lento que avanzaban las obras, no obstante que se habían iniciado desde enero y su terminación estaba programada para abril, fecha en que no se cumplió.
Desde el 2 de marzo pasado, Héctor Mario Reveles Gutiérrez, director de Construcciones de la Secope, reconoció que el proyecto original sufrió algunos cambios porque no estaba avalado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, y dijo que una empresa del Fondo Nacional de Turismo BMO-Fonatur es la que tenía a su cargo estos trabajos.
El Gobierno del Estado de Durango realizará una ceremonia de desagravio al monumento de Benito Juárez García, erigido en el jardín que lleva su nombre, en el Barrio de Analco.
Este acto será encabezado por el gobernador Ismael Hernández Deras, en un programa que está previsto que comience a las 11 de la mañana. En el mismo se contempla dar una explicación amplia de los hechos en que el busto del Benemérito de las Américas recibió varios balazos, y cuyos orificios duraron meses, así como otros daños sufridos.
Desde el año pasado, El Siglo de Durango le dio seguimiento al estado que guardaba este histórico monumento, el cual finalmente fue restaurado y actualmente todavía es objeto de remozamiento.