Notimex
Montreal, Canadá.- La industria ganadera canadiense desaprovechó el embargo estadounidense, que duró más de dos años, para diversificar y aumentar la capacidad de procesamiento, destacaron ayer analistas locales del sector.
Deborah Yedlin, analista del Report on Business, dijo que el sector ganadero fue incapaz de ?crear nuestra propia capacidad de procesamiento, para exportar más carnes, realizar el valor agregado y abrir nuevos mercados?.
En mayo de 2003, cuando se detectó el primer caso de ?vacas locas? en Canadá, Estados Unidos (EU) impuso un embargo a las importaciones de bovinos en pie y cárnicos canadienses, que le ha costado unos cinco o seis mil millones de dólares al sector.
Ahora, cuando el embargo está siendo levantado parcialmente -para los bovinos de menos de 30 meses-, los analistas constataron que el sector ganadero de ese país -y los consumidores nacionales- salieron perdiendo.
Indicaron que los ganaderos no aprovecharon la oportunidad para crear una capacidad doméstica de procesamiento que permitiera reducir la dependencia de procesadoras estadounidenses, buscar nuevos mercados de exportación y bajar precios de la carne para el mercado interno.
Hasta el embargo de 2003 los ganaderos canadienses, de la provincia de Alberta en particular, suministraban ganado en pie a procesadoras estadounidenses, que empleaban a miles de trabajadores y generaban el valor agregado en los bovinos canadienses.
En estos últimos 26 meses de embargo los ganaderos han vendido sus rebaños a precios bajísimos pero no actuaron para reducir la dependencia con las procesadoras estadounidenses.
Dos compañías estadounidenses, Cargill y Tyson Food, controlan las dos plantas que procesan 11 de las 13 mil cabezas de ganado que entran diariamente a los mataderos en Alberta, la principal provincia ganadera, para abastecer exportación y mercado doméstico.