Washington, (EFE).- La densidad de glóbulos blancos puede ayudar a pronosticar los trastornos cardiovasculares y el riego de muerte en mujeres pos menopáusicas, dijo un estudio publicado en la revista "Archives of Internal Medicine".
Además, según un artículo publicado junto con el informe, el descubrimiento refuerza la sospecha de que las inflamaciones son un factor crucial en el desarrollo de la ateroesclerosis, que es el engrosamiento y endurecimiento de las arterias.
Los autores de la investigación indicaron que el número de glóbulos blancos (leucocitos) constituye un método estable, regular y barato de medir la inflamación del sistema.
La conclusión se extrajo de un estudio realizado a 72,242 mujeres pos menopáusicas de entre 50 y 79 años que participaron en un Estudio de Observación para la Iniciativa de la Salud Femenina en el que se utilizó la cuenta de leucocitos en relación con los ataques cardiacos o las apoplejías.
El número de leucocitos se midió al comienzo y al final del estudio en cuatro grupos de mujeres separadas según el nivel de glóbulos blancos en su sangre.
En el estudio se midieron también la edad, la raza, el origen étnico, la presión sanguínea, la diabetes, el hábito del cigarrillo, la masa corporal y la actividad física. No participaron mujeres con un historial previo de enfermedades cardiovasculares o cáncer.
"Debido al gran número y amplia representación de mujeres de todo el país, esto da una oportunidad para establecer la relación entre el número de glóbulos blancos e incidentes cardiovasculares futuros", dijo Karen Margolis, directora del estudio realizado por el Centro Médico del condado de Hennepin, en Minneapolis.
Margolis indicó que las mujeres en el grupo con el mayor nivel de leucocitos tenían el doble de posibilidades de sufrir enfermedades coronarias en comparación con las del grupo de menor nivel.
Las mujeres del grupo superior también tenían un 40 por ciento de mayores posibilidades de sufrir un infarto al miocardio no fatal, un 46 por ciento más de posibilidades de sufrir una apoplejía y una tasa de mortalidad un 50 por ciento superior a los demás grupos.