La noche de ayer, el automóvil de María Ahumada fue baleado y según la PGR se trató sólo de un problema derivado de una riña entre el chofer de la muchacha y un agente del MP.
MÉXICO, D.F., (SUN-AEE).- La Procuraduría General de la República (PGR) determina que el incidente que se registró la noche de ayer con la hija mayor del empresario Carlos Ahumada no fue un atentado ni un intento de secuestro, y se trató de un problema de tránsito.
Después de las investigaciones realizadas, tanto por la delegación Metropolitana y la Visitaduría de la dependencia, se estableció que efectivamente un agente del Ministerio Público de la PGR, identificado como Rodolfo Concha Madrazo, participó en los hechos junto con su hijo César Concha Cora.
El servidor público, quien presuntamente está de vacaciones, tuvo un altercado con José Miguel Nasif González, el chofer de la hija de Carlos Ahumada.
Se ha determinado que el empleado de la menor golpeó en la cara a César Concha y rompió la ventanilla del vehículo en el que éste viajaba junto con su padre, todo ello derivado de un problema de tránsito, lo que propició un altercado entre el grupo.
La PGR indica que en las próximas 48 horas dará a conocer si se configura algún tipo de delito, ya que a los Concha se les halló en poder de un arma, aunque se les ha deslindado ya de cualquier intento de agresión directa contra la hija del empresario.
Finalmente se aclaró que el escolta de la menor efectivamente se trata de un agente federal de investigación, Gustavo Torres Galván, quien fue asignado para esta función, después de que durante 2004 Cecilia Gurza, la esposa del empresario argentino, recibió la protección de las autoridades por temor a
represalias.
