Informan que el 40 por ciento del servicio de agua potable está restablecido, y que en algunas partes de la ciudad ya tienen electricidad.
Afirma el vocero presidencial que la PFP tiene bajo control la inseguridad y el pillaje en esa región.
MÉXICO, D.F., (SUN-AEE).- El vocero de la Presidencia de la República, Rubén Aguilar Valenzuela, descartó que el Gobierno Federal decrete estado de sitio o toque de queda en Cancún, Quintana Roo, ante la difícil situación que prevalece por el pillaje en las zonas afectadas por el huracán Wilma.
Asimismo, el funcionario dijo, de acuerdo con un reporte radiofónico, que ya se trabaja con la intervención de la Policía Federal Preventiva (PFP) para combatir la inseguridad y el pillaje en esa región.
Por otra parte, recalcó que es innecesario hacer caso a las sugerencias de algunos analistas y empresarios, sobre que el Gobierno Federal tome dólares de las reservas internacionales para acelerar la reconstrucción de Cancún, en el sector turístico y de vivienda.
Según fuentes el 40 por ciento del servicio de agua potable está restablecido, y en algunas partes de la ciudad ya tienen electricidad.
En este sentido, Aguilar Valenzuela dijo que se tienen los recursos suficientes para realizar las tareas de reconstrucción.
"No hay falta de recursos, ya lo señaló el presidente (Vicente Fox) con mucha claridad el día de ayer. Hay 25 ó 30 mil millones de pesos que están en posibilidad de ser canalizados a la zona de manera inmediata", afirmó.
Sufre Yucatán sin luz
De acuerdo con evaluaciones realizadas por la Comisión Federal de Electricidad
(CFE), la infraestructura eléctrica en la península de Yucatán sufrió severas afectaciones en torres, postes, líneas de transmisión y subestaciones, como resultado del paso del huracán Wilma.
Estefano Conde, vocero de la CFE, aseveró que los daños a la red eléctrica han sido los peores que ha sufrido la paraestatal en toda su historia.
La dependencia precisó que las afectaciones son: 253 torres y más de 10 mil postes derribados, 14 líneas de transmisión y seis subestaciones dañadas; sin embargo, las centrales generadoras de la península no sufrieron afectaciones significativas.
