CARACAS (AP).-El presidente Hugo Chávez comentó desde Cuba el martes que aún no está informado de las declaraciones del pastor evangelista y ex candidato presidencial estadounidense Pat Robertson que sugirió el asesinato del mandatario venezolano.
"Yo no sé quien es la persona ni conozco (a Robertson)", dijo Chávez. "Ahora, lo que opinen, ni me va ni me viene", señaló.
"Yo no he leído nada, no hemos oído (en La Habana) nada de él", indicó Chávez a periodistas. Y de seguidas mencionó que en respuesta le diría a esa persona, en particular por ser un evangélico, que "debería hablar de la vida" y no de la muerte.
Los comentarios de Chávez fueron difundidos en vivo por la televisora estatal Venezolana en el aeropuerto de La Habana momentos antes de partir rumbo a Jamaica. El mandatario venezolano se encuentra en Cuba desde el pasado sábado.
Horas antes en Caracas, el vicepresidente de Venezuela José Vicente Rangel calificó de "criminal" las declaraciones de Robertson y mencionó que Venezuela estudiaba sus opciones legales.
"La pelota está en el campo norteamericano (estadounidense), frente a esta declaración criminal de un ciudadano de ese país", dijo Rangel a periodistas.
"Es de una hipocresía inmensa mantener un discurso contra el terrorismo y al mismo tiempo que en el seno de esa nación hayan declaraciones eminentemente terroristas como las producidas por el pastor de la coalición cristiana Pat Robertson", agregó.
Rangel destacó que el gobierno venezolano pretende ser cauto y responsable ante las declaraciones e invitó también a la Organización de Estados Americanas a tomar acciones legales en la declaración que "obedece a intereses muy sórdidos que anidan en la sociedad y el gobierno norteamericano", aseguró.
Altos funcionarios del gobierno estadounidense de inmediato y categóricamente se distanciaron de los comentarios de Robertson.
El secretario de Defensa Donald H. Rumsfeld expresó que según sus conocimientos no se había considerado un posible asesinato de Chávez.
"No que yo sepa, y pensaría que tengo conocimiento", dijo Rumsfeld. "Con seguridad es contrario a la ley. Nuestro departamento no hace ese tipo de cosas".
Robertson es "un ciudadano privado y los ciudadanos privados dicen todo tipo de cosas todo el tiempo", declaró Rumsfeld.
El portavoz del Departamento de Estado Sean McCormack, en tanto, indicó que el gobierno de Estados Unidos tiene sus diferencias con Venezuela, y quiere promover la democracia en la región, pero negó que exista algún plan en contra el gobierno de Chávez.
"Cualquier acusación o cualquier idea de que estemos planeando tomar medidas hostiles contra Venezuela o el gobierno venezolano, cualquier idea al respecto, carece totalmente de fundamentos y están fuera de hecho", dijo McCormack en Washington.
El pastor Robertson hizo las declaraciones durante su programa religioso televisado y calificó a Chávez como un "peligro terrorífico" para Estados Unidos.
Legisladores oficialistas también manifestaron su rechazo a las declaraciones.
"Ese hombre (Robertson) no puede ser cristiano, es un fascista", dijo a la AP la parlamentaria oficialista Desiree Santos Amaral. "Esto forma parte de las políticas de agresión de la derecha en el norte (Estados Unidos) contra la revolución nuestra", añadió.
El parlamentario oficialista Willian Lara dijo a la AP que Robertson "representa los intereses y posiciones de la extrema derecha en Estados Unidos, con (el presidente) George Bush a la cabeza".
Robertson, fundador de la Coalición Cristiana de Estados Unidos y ex candidato presidencial, dijo el lunes en su programa "The 700 Club" que Estados Unidos tenía el deber de impedir que Chávez convierta a Venezuela en una "plataforma de lanzamiento para la infiltración comunista y el extremismo musulmán".
"Yo no sé nada sobre esta doctrina del asesinato, pero si él (Chávez) cree que estamos tratando de asesinarlo, creo que deberíamos hacerlo", dijo Robertson. "Es mucho más barato que iniciar una guerra", añadió.
El mandatario venezolano ha denunciado desde el inicio de su mandato, en 1999, varios planes de magnicidio y repetidamente ha acusado al gobierno estadounidense de promover un complot para derrocarlo, incluso matarlo e invadir Venezuela. El Departamento de Estado ha rechazado las alegaciones.
Chávez sobrevivió a un breve golpe militar en el 2002, una devastadora huelga en el 2003 y un referendo revocatoria el año pasado.
Las relaciones entre Caracas y Washington han enfrentado varios momentos de tensión durante los seis años de mandato de Chávez, que se han caracterizado por constantes recriminaciones de ambas partes.